Heroica clasificación del PSG a costa de un rácano Chelsea

Venía el partido caliente por las declaraciones de Mourinho acusando al PSG de haberse excedido en el partido de ida. «Nunca vi a un equipo con tan buenos jugadores dar tantas patadas», había asegurado el portugués. Unas palabras que no sentaron nada bien en París y que desembocaron en un encuentro muy duro, desequilibrado por la expulsión de Ibrahimovic a la media hora. El sueco, ausente hasta ese momento, se deslizó en un balón dividido al que llegó tarde y el árbitro le mostró la tarjeta roja. Excesiva, quizá, a pesar de que Ibra golpeó claramente la pierna de Óscar.

El PSG, que había sido mejor hasta ese momento, seguía con la obligación de marcar para tener opciones de clasificación, pero sus intentos fuero más furtivos a partir de entonces. Atrincherados para evitar un tanto que acabaría con la esperanza, los franceses se encomendaron al talento de Pastore y Cavani. El uruguayo tuvo en sus pies la clasificación del PSG a media hora del final. Aún con empate a cero, el delantero recibió un pase de Verratti en profundidad, quebró a Courtois y, sin ángulo, estrelló el balón en el palo. Susto mortal para Mourinho, que siguió pasándolo mal en el banquillo ante la fragilidad de su defensa.

La verticalidad del PSG siguió creciendo y Courtois se erigió en el mejor jugador inglés, colosal por alto. Pastore le probó en un centro chut que silenció Stamford Bridge. El paso de los minutos endureció más aún el encuentro. Kuipers perdonó la expulsión a Diego Costa y a Verratti antes de que Cahill encontrara el gol en un balón suelto tras un saque de esquina.

El tanto fue un alivio momentáneo para los azules, que a cinco minutos del final veían como David Luiz, en un cabezazo espléndido, daba esperanzas al PSG. Un empate justo que llevaba la eliminatoria a la prórroga y que anticipaba problemas para los de Mourinho.

El portugués pedía calma desde la banda, pensando que la superioridad física haría su trabajo. Lógica que no se impuso por el coraje galo. Fe inquebrantable que no se rompió a pesar de que Hazard volvió a adelantar a los ingleses tras aprovechar un penalti por manos de Tiago Silva.

El brasileño, inocente, saltó con los brazos extendidos y tocó el balón levemente en una acción sin aparente peligro. Él la había liado y él lo arregló poco después. Primero, con un cabezazo que Courtois salvo con una mano increíble. Aviso que tuvo su continuación justo después, con otro remate que este vez no encontró las manos salvadoras del belga.

Gol que hacía justicia al partidazo de los franceses, que consiguen vengarse de la eliminación del año pasado para volver a plantarse en cuartos de final a costa de la eliminación del Chelsea.