El Barcelona se divierte a costa del Elche

Ataviado con su indumentaria carmesí, el Barça no dio opción ni respiro a un Elche mucho más centrado en sus ataduras ligueras que en la posibilidad de gustarle a su afición contra un grande en la Copa. Los franjiverdes, que se emplearon con dureza en alguna ocasión, salieron a no ser goleados y lograron precisamente el efecto contrario: marcharse al descanso con un 0-3 inapelable. Bellísima factura, de más a menos, en los tantos de los azulgrana, que inauguraron el marcador con un sorprendente golazo de Jérémy Mathieu. El central francés, que se estrenó con la red rival, se disfrazó por un momento de Rivaldo (o Messi) y colocó en la escuadra corta un tiro libre situado a media distancia de Manu Herrera, titular en detrimento de Tyton. Por cosas así merece la pena vigilar de cerca los encuentros intrascendentes, ya que en condiciones normales una falta así la hubiesen tirado Messi, Xavi o Neymar.

En el minuto 39, en pleno festival del velocísimo Adama y de Rafinha (probablemente el hispano brasileño sea el suplente más capaz de la actual plantilla del Barça), Sergi Roberto situó el 0-2 gracias a un trallazo desde la frontal del área. El de Reus, futbolista paciente donde los haya, disparó con la izquierda muy ajustado al vértice largo del marco de un Elche que vio cómo Pedro, poco antes del descanso, anotaba la tercera diana visitante al transformar un penalti bastante claro sobre Munir. El canario sigue fiel a su cita con el gol en la Copa, mientras que el hispano marroquí, que jugó de punta, no acaba de encontrar el tono que paseó durante la pretemporada.

Pudo ampliar la renta el Barça en la segunda parte por medio de Adama y Halilovic, los dos componentes del filial que mejor respondieron al pulso de Luis Enrique. Especialmente cerca anduvo el exquisito medio croata, que estuvo a punto de emular a Messi con una gambeta y tiro que se estrelló en el palo largo de Herrera. No obstante, el marcador no se movió. No hizo falta hacer sangre a seis días de recibir al Atlético de Madrid en el Camp Nou en la ida de los cuartos de final. Es más, probablemente lo más destacado del segundo parcial, más allá del postrero gol de Adriano, fue Ter Stegen, que impartió una clase de atención y juego de pies que recordó a su compatriota Neuer y al olfato que tuvo el destituido Zubizarreta cuando lo reclutó del Borussia Mönchengladbach.