pretemporada
El Barcelona, sin ritmo y sin estrellas
Los de Luis Enrique consiguen un tímido empate ante el Niza, gracias a la entrada de Xavi, que le dio otro ritmo a un equpo sin pegada
eduardo de rivas
Al Barcelona de Luis Enrique lefalta mucho por andar. El equipo azulgrana tiene el ritmo habitual de principios de agosto –ninguno– y, todavía sin sus estrellas , el único interés del partido en Niza era ver cómo se adaptaban los fichajes . En general buenas ... sensaciones, aunque los culés demostraron que aún les falta gol y se conformaron con un tímido empate.
Un baile de bienvenida para recibir a los culés, a ritmo de su propio himno. Un ritmo moderno, como el que le quiere dar Luis Enrique a su nuevo equipo, aunque recuerda mucho el de épocas pasadas. Previsible, sin bandas y queriendo meter el gol en la misma línea. Aún así, suficiente para vencer con un equipo que pelea por no descender a la Ligue 2 francesa. Sin embargo no pudo. El Barça no se ha acoplado aún, los jugadores no terminan de conocerse y se encuentra a años luz del equipo con el que sueñan los aficionados.
Sin Luis Suárez , Messi y Neymar, los culés hicieron el más difícil todavía para superar el 1-0 inicial de los franceses. Un penalti tonto de Piqué demostró que no le faltaba razón al decir que ya no era uno de los mejores centrales del mundo . Un error de juveniles que permitió el tanto de Cvitanich. Ter Stegen hizo lo imposible para detener el lanzamiento desde los once metros, pero el balón fue ajustado al palo.
El Niza se volcó a la contra, esperando a los culés casi en su propia área, retando al conjunto de Luis Enrique a sorprender. No lo hicieron. El juego de toque que propone el asturiano se asemeja demasiado al de otros años y, aunque la idea no es mala, no estaba Messi para solucionar la papeleta.
Esperanza con los fichajes
Aunque Bartomeu asegure que falta aún mucho movimiento en lo que queda de verano, las incorporaciones culés parece que funcionan. Ter Stegen dejó buenas sensaciones con grandes paradas tras dejar a Claudio Bravo en el banquillo. Más nervioso estuvo Mathieu, sin entendimiento alguno con Piqué, mientras que Rakitic fue de los mejores. El croata saltó en la segunda mitad para revolucionar el centro del campo, darle dinamismo al partido y verticalidad al juego. Lo justo, lo que permitió su técnico.
Xavi se entendió bien con él. El nuevo capitán salió al descanso y suyo fue el 1-1, otra vez desde los once metros. A los de Luis Enrique les falta gol y se aferran a los balones parados también para provocar los penaltis. Se intentó la remontada, pero la falta de acierto fue superior a las ganas.
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