Abidal, en la muerte de Vilanova: «Por lo vivido juntos, siempre te recordaré amigo»

Abidal y Tito Vilanova levantaron el título de Liga la pasada temporada antes de abandonar el Barcelona. El francés al no ser renovado su contrato por el club y el técnico al sufrir una recaída de su enfermedad. Aunque no lo explicara claramente, el Barcelona no renovó a Abidal porque no se fiaba de su salud. No hubo motivos deportivos. Sandro Rosell —por entonces presidente— y los servicios médicos decidieron no correr riesgos con un futbolista de 33 años que quería seguir en la brecha tras haber superado un cáncer de hígado, recaída y trasplante incluidos .

El galo se recuperó dos veces de la misma dolencia y alcanzó, también por partida doble, el objetivo de continuar jugando a fútbol a nivel profesional, cosa que le convirtió en un caso único, en un milagro. Su segunda reaparición sobre el césped del Camp Nou fue el pasado 9 de abril en un Barça-Mallorca, justo un año después de que su primo Gérard le donara un trozo de hígado. Tanto sacrificio ni siquiera le bastó para lograr un año más de contrato.

La decisión del club cogió a contrapié incluso al propio Abidal, que se despidió contrariado, decepcionado y sin entender por qué de repente, tras haber vuelto a los campos, no le veían capaz de rendir a buen nivel. El quid principal de su malestar fue que meses atrás le habían prometido la ampliación. «Renovará cuando juegue un partido», avanzó en su día Josep Maria Bartomeu. Por más que la intente matizar, esa afirmación siempre perseguirá al actual presidente del Barça.

El defensa lloró en su última rueda de prensa, a la que asistió en masa toda la plantilla. Compareció junto a Sandro Rosell y Andoni Zubizarreta y fue el único de los tres que habló claro: «Mi objetivo era seguir jugando. Me habría gustado seguir aquí, pero el club lo ve diferente y lo tengo que aceptar». Palabras sinceras.

Tenía poco que perder, más aún después de una victoria tan brillante como la que había logrado contra el cáncer. En cambio, Rosell y Zubizarreta escurrieron el bulto y eludieron dar motivos. «Es una decisión profesional, de esas que pesan cuando te vas a dormir», esgrimió el director deportivo.

Tras el «no» del Barça, Abidal se puso a buscar equipo y no tardó en encontrarlo. Se marchó al Mónaco , club donde se dio a conocer, muy diferente hoy respecto a lo que era hace trece años. «Abi» también ha cambiado, atesora muchos kilos de experiencia deportiva y personal. Así, tras superar los exámenes médicos, fue proclamado capitán del equipo.