El Barcelona gana en Manchester casi sin querer

A poco de empezar la segunda parte, el partido estaba parejo, en ese citado terreno de vigilancia. El Manchester City parecía controlar a Iniesta y Messi, principales focos del peligro azulgrana, aunque llegó el momento en que conectaron. Los partidos son demasiado largos para que eso no pase. Así, el manchego se aprovechó de un robo de Busquets –Navas pidió falta– y asistió profundo para el astro, que ganó a Demichelis en carrera. El central le paró por lo criminal a pocos centímetros del área, pero el árbitro pitó penalti y expulsión. Messi transformó la pena máxima y giró la eliminatoria en sentido culé. Así, casi sin buscarlo con un mínimo de descaro. Por otra parte, Jonas Eriksson falló estrepitosamente.

Como se esperaba, Martino salió con lo necesario para asegurarse la posesión del balón y evitar un partido de ida y vuelta; con Cesc, Xavi e Iniesta por delante de Busquets en la medular y Messi apareciendo a su antojo, entre líneas o en posición de remate. Descolgado en la derecha quedó Alexis, finalmente titular en detrimento de Pedro y Neymar. No tardará el brasileño, lesionado hasta el pasado sábado, en volver a salir de inicio en los partidos más importantes. Su potencial es demasiado alto –y caro– como para ser carne de banquillo.

En el City, Pellegrini dispuso a un dibujo más simétrico de lo que se preveía, con Kolarov y Navas bien abiertos a bandas y el reaparecido Fernandinho cubriéndole las espaldas a Touré Yayá, líder absoluto del centro del campo ‘citizen’. Precisamente el ex azulgrana fue quien inició la primera acción de peligro del partido. Arrancó con potencia el marfileño, prolongó para Navas y éste dio un pase raso desde la banda que a punto estuvo de finalizar Silva. Providencial Busquets, que evitó el remate. En ese momento, cumplido el primer cuarto de hora, los de Pellegrini despertaron del dominio inicial del Barça, no traducido en riesgo real para Hart, portero local.

Tras el primer aviso, la grada del Etihad empezó a creer en las posibilidades de su equipo, que correspondió con dos acercamientos más gracias a la soltura de Silva en el juego entre líneas y a los problemas de los azulgrana con el balón parado. Primero Valdés salvó sobre la línea un error suyo tras una falta botada por el canario y luego Negredo disparó a las manos del portero después de una pérdida de Xavi. En toda la primera parte, sólo un disparo del egarense puso en aprietos a Hart.

Tras el gol de Messi, el City se quitó el corsé, con poco que perder. Con diez, los de Pellegrini encontraron a Valdés más que nunca. A destacar la que sacó el portero a disparo de Silva, el mejor de los ingleses. Costó entender que el Barça no confirmara su pase a cuartos, pero al final, también por inercia, Alves puso colofón a su gran partido al cruzar por debajo de las piernas de Hart.