liga bbva | jornada 14
Atlético: intensidad devoradora ante el Getafe
El ritmo de los de Simeone desarmó por completo a un equipo azulón sin recursos para frenar a los rojiblancos (7-0)
Atlético: intensidad devoradora ante el Getafe
Diego Costa no llegó a tiempo al partido, al menos para ser titular, ¿y? Tampoco Godín ¿y? El secreto del Atlético no es individual, sino colectivo. Y tiene más que ver con la hambruna que con las llamaradas que pueden salir ora de ... una estrella, ora de un obrero. El Atlético se mueve a impulsos de gloria, de paso a paso, de intensidad creciente que no decae. Los de Simeone imponen una marcheta de alto ritmo. El que pueda seguirle que lo haga, pero casi nadie lo hace, y el Getafe menos. [Narración y estadísticas]
Los azulones, ya se sabe, es un equipo primoroso, tan excelso con el balón en los pies como descuidado en sus labores destructivas. Sus líneas aparecieron desmadejadas, pero no fue tanto porque estuvieran desordenadas y con mucho espacio entre ellas (que también), sino porque el Atlético siempre tuvo una velocidad más y, en ocasiones, hasta dos y tres. [Fotogalería: el Atlético-Getafe, en imágenes]
Con el ritmo que impone a sus partidos, al Atlético le vale contra casi todos, sobre todo en el Calderón donde a su impulso ha de sumar la falta de empuje de los rivales, que se acongojan con facilidad.
El Getafe lo hizo, y con rapidez. Desde el primer instante se vio superado en todos los aspectos del juego y en todas las parcelas. Con un excelente partido entre líneas de jugadores como Tiago, Koke o Filipe, el Getafe dejó de existir muy pronto. Ante tanto dominio un llegador nato como Raúl García hizo su agosto .
Llegada letal
Es este un jugador que ha recuperado las sensaciones que en un momento dado, lejano ya eso sí, le llevó a la selección. Aquel Raúl García tenía un recorrido extenso y llegaba como nadie al área contraria. Ahora, su recorrido no es tan largo pero su mordedura sigue siendo letal. Masacró a un Getafe muy débil con su llegada entre líneas, pero es que el equipo azulón hizo aguas por casi todos lados.
A medida que avanzaba el partido, a Moyá le empezaron a faltar manos y al Atlético le sobraban balones para rematar. Las llegadas de Filipe por el lado zurdo fueron un martirio continuo que nadie supo frenar ni siquiera mínimamente.
Según el Getafe se iba hundiendo y desaceleraba su ya cadencioso ritmo, el Atlético subía más y más su presión. Cada ataque era una oportunidad. Villa no llegaba por un pelo, Raúl García disparaba al palo y todo era una continua pesadilla para el Getafe, que ni se acercaba a los dominios de Courtois.
La expulsión de Valera en el minuto 41 acrecentó los males visitantes mientras que el Atlético iba e iba y volvía a insistir con la garra que ha mostrado a lo largo de esta brillante temporada.
Para colmo de males azulones salió Diego Costa , con los colmillos prestos y retorcidos. Nada más salir se marcó una chilena inverosímil y colocó la manita en el marcador. Golazo tremendo. Luego, destrozo total del Getafe, que recibía bofetadas por todos lados, los brazos caídos y llevándose un correctivo durísimo.
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