Llorente, un espectro en la Juventus

El español solo ha jugado dos minutos desde que llegó a TurínAterrizó como una estrella en Turín dispuesto a convertirse en la referencia de la Juventus, esperado su fichaje después de una temporada condenado al ostracismo en el Athletic . Una apuesta de futuro del campeón italiano, que le ató con un contrato de cuatro años al que el español respondió con mil piropos y un cuidado italiano en su presentación . Hoy su emigración parece un mal sueño: a principios de la pretemporada apuntaba al once titular de Conte, pero perdió el puesto en cuestión de semanas en favor de Vucinic y de Tévez , fichaje estrella del equipo. De nuevo al banquillo. Llorente llegó a jugar dos minutos en el primer partido, ante la Sampdoria, cuando todo estaba resuelto. Desde entonces, el abismo.

Las alarmas han terminado por saltar en Dinamarca, en el estreno de la Juventus en la Liga de Campeones . Con Tévez inamovible, el delantero español parecía tener opciones por las molestias de Vucinic. Un espejismo. Salió Quagliarella de inicio y Giovinco cuando las cosas se torcieron . Ni rastro de Llorente, cuya estatura podría haber ayudado en los dieciséis saques de esquina de los que gozó la Juventus para evitar el empate ante el Copenhague. «Necesitábamos delanteros rápidos», se excusó Conte. «¿Es solo guapo?» , titula en portada el diario Tuttosport , editado en Turín, que subraya la falta de minutos del jugador, desaparecido en el equipo italiano.

Brasil, más lejos

Las justificaciones de Conte no han logrado frenar el debate. Desde Italia se apunta a la baja forma física del jugador. De fondo, subyace el modelo de gestión del club. En los despachos el mando corresponde a Giuseppe Marotta , responsable último de los fichajes. «No existe ningún problema con Llorente, está muy contento y creemos en él , no podemos olvidar que ha estado parado durante un año», explica el gestor, pero a nadie en Turín se le escapa el tremendo enfado de Conte cuando el club dejó escapar a última hora a otro delantero, Alessandro Matri , traspasado al Milán. «Ahora somos más débiles», sentenció entonces el italiano, que en los últimos años ha defenestrado a Anelka, Krasic o Bendtner. Pésimos ejemplos para Llorente, obligado a convencer rápido a Antonio Conte si quiere seguir soñando con participar el Mundial de Brasil de este verano, y comenzar a derribar la maldición de los españoles en el «calcio» .