Tata Martino, un discípulo de Bielsa para apaciguar al Barça

En tan conmocionado escenario aterriza hoy el Tata, contratado por vía de urgencia para las tres próximas temporadas y que afronta desde ya el desafío de hacer al Barça ganar respetando el estilo que ha sido su seña de identidad en los últimos años. En su nuevo reto debería ayudarle compartir orígenes con Leo Messi , el capo del vestuario que tendrá que gobernar. Su nuevo entrenador se ha rendido al talento de la Pulga siempre que ha tenido ocasión. Como Messi, Martino es de Rosario, una ciudad que vive volcada en el fútbol con la pasión que los argentinos le ponen a esto.

La historia futbolística del Tata comenzó a escribirse en el Newell´s Old Boys , donde jugó durante once temporadas, en las que se convirtió en el ídolo de aficionados como Jorge Messi, padre de Leo, por su calidad y vocación ofensiva. Para Ñuls es una institución, uno de los futbolistas más laureados de la historia de la entidad, con la que conquistó cuatro títulos nacionales y llegó a la final de la Libertadores de 1988, en la que cayó ante el Nacional de Montevideo . En España, se dejó ver fugazmente con la elástica del Tenerife, con la que disputó quince partidos. Fue en la temporada 1990-1991 y compartió la batua en el medio del campo con otro fino estilista como Fernando Redondo.

Martino reconoce que la figura de Marcelo Bielsa es un referente para él. Fue su entrenador en Ñuls y sacó todo el jugo a un futbolista que destacaba por su talento, pero al que se acusaba de falta de garra. La influencia del Loco se ha sentido en los equipos del Martino entrenador, que han destacado por el buen trato al balón y una presión asfixiante y ambiciosa en zonas avanzadas del campo. Siempre acompañado por su inseparable Jorge Pautasso, compañero en sus tiempos de jugador en Newell´s y escudero en los banquillos por los que ha pasado, Martino dio sus primeros pasos como técnico en la segunda división argentina. Poco tardó en dar el salto a plazas mayores como Platense e Instituto de Córdoba , pero el éxito le llegaría cuando emigró al vecino Paraguay. Allí, al mando de Libertad y de Cerro Porteño levantó sus primeros trofeos.

Un Paraguay competitivo

Avalado por sus triunfos en los clubes, fue designado para dirigir a la selección paraguaya. España puede dar fe de lo competitiva que volvió a esa escuadra, que en los cuartos de final del Mundial de Sudáfrica obligó a sudar plomo a los hombres de Del Bosque para pasar de ronda. Su último desafío como técnico ha sido el club de sus amores. Cogió un Newell´s al filo del descenso y relanzó al equipo hasta llevarlo al título de campeón final. Su receta sirvió también para llevarlo hasta las semifinales de la Libertadores, lo que retardó su paso al fútbol europeo. No quería dejar plantado a su Ñuls a las puertas de la gloria, así que Real Sociedad y Málaga tuvieron que renunciar a su contratación.

Ahora llega como solución de emergencia a un club convulsionado pero que se ha convertido en el estandarte de los que creen en un determinado tipo de fútbol, un club con el que se ha identificado en alguna ocasión. En España es un gran desconocido y hay quien teme que le falte personalidad para un destino con la presión del Camp Nou y para contentar a la vez los egos de Neymar y Messi. Pero en Can Barça siguen convencidos de que lo importante son los principios. Y los del Barcelona ya hace tiempo que el Tata los hizo suyos.