Alonso, octavo, y Sainz, décimo, en un viernes de máxima igualdad

Una mezcla total de equipo, coches y pilotos se juntó en los segundos entrenamientos. Detrás de Leclerc, Norris (McLaren), Gasly (Alpine), Tsunoda (AlphaTauri), Ocon (Alpine), Hulkenberg (Haas), Bottas (Alfa Romeo), Alonso (Aston Martin), Zhou (Alfa Romeo), Sainz (Ferrari) y Verstappen (Red Bull), imprevisto undécimo puesto para el líder del Mundial.

Pocas conclusiones se pueden establecer visto lo visto, más allá de que el revirado circuito de Hungaroring no parece el escenario ideal para una revitalización del Aston Martin, algo apagado este viernes.

En realidad resulta extraño que los dos Red Bull, equipados con teóricas mejoras en su coche, ocupasen la undécima y la decimoctava posición. Tampoco parece real la plaza 16 de Lewis Hamilton.

El detalle que puede incluir un nuevo pasajero en la pelea por perseguir a los Red Bull es el rendimiento de McLaren, que vuelve a colocar a Norris en el escalafón dominante y en condiciones de pelear los podios que antes correspondían a Aston Martin y Alonso.

A expensas de lo que decrete la novedosa clasificación de este sábado (todos con neumáticos duros en la Q1, medios en la Q2 y blandos en la Q3), Aston Martin no ha mostrado síntomas de volver a ser el segundo equipo, como lo fue en el principio de temporada.

Son pruebas, en todo caso (el Ferrari pinta bien en Hungría) y hay que esperar a las prestaciones de monoplazas y pilotos este sábado para emitir juicios más realistas.

La primera sesión de entrenamientos del Gran Premio de Hungría fue casi inservible por la lluvia. Aunque dejó detalles interesantes. El que más, el accidente de 'Checo' Pérez, puesto en cuestión el mexicano por su escaso rendimiento en los últimos tiempos frente a la supremacía de Max Verstappen. Hubo susto de Carlos Sainz, quien no marcó tiempo, y Fernando Alonso obtuvo un quinto puesto que no dice nada por lluvia que todo alteró.

No está Sergio Pérez en su mejor momento como piloto profesional. Cinco carreras consecutivas fuera de la Q3, unidas a dos victorias en el comienzo de temporada, no muestran el mejor nivel de un coche, el Red Bull, que vuela en manos de Verstappen.

Apenas habían transcurrido tres o cuatro minutos en los primeros entrenamientos en Hungaroring y el Red Bull número 11 se dio de bruces contra las protecciones del trazado.

Estaba la pista todavía seca y fue un error de pilotaje del mexicano, que tocó la hierba, deslizó el monoplaza y se fue directo contras las vallas. «No me lo puedo creer», decía en la comunicación con el equipo.

'Checo', que esta semana protagonizó una exhibición en Madrid con su Red Bull sin incidentes destacables, sufre una profunda crisis de confianza al compararse en el espejo con Verstappen, el indiscutible líder.

Pérez, 33 años, no es ningún novato, pues ha pasado por la clase media alta de la parrilla de la Fórmula 1. Empezó en Sauber, siguió en McLaren, continuó en Force India (Racing Point, el actual Aston Martin) y cierra su secuencia en el mejor de la actualidad, Red Bull. Tiene seis victorias y tres poles.

'Checo' se fue al garaje del coche energético después del accidente a lamentar el trajín. El director del equipo, Chris Horner, ha tratado de animarlo en los últimos días asegurando que sus desgracias son una cuestión de «mala suerte».

Como si fuese una premonición, comenzó a llover en Budapest y la sesión casi echó el cierre porque todo lo que hubo entonces fueron patinazos, salidas de pista, pilotos y coches en los garajes y pruebas con neumáticos intermedios de lluvia.

En la sesión debutó Daniel Ricciardo con el AlphaTauri, antiguo Toro Rosso, vuelta a los orígenes donde empezó este piloto australiano de eterna sonrisa que ha competido para Red Bull, McLaren y Renault y tiene un estimable currículo con ocho victorias, 3 poles y 32 podios.

Carlos Sainz protagonizó uno de los sustos al deslizar el Ferrari número 55 por una de las curvas y rozar las protecciones con la parte trasera de su coche. «Estoy noqueado», dijo antes de salir por sus propios medios del atolladero.

George Russell (Mercedes) marcó el mejor registro (1.38:795), por delante de Piastri, Stroll, Norris y Alonso, quien se situó en quinta posición con un 1.8 segundos de desventaja respecto al inglés.