fórmula 1
La guerra civil en Red Bull: traiciones, amenazas y un ultimátum
El equipo campeón se desintegra por la lucha de poder y el caso de contenido íntimo de su jefe, Chris Horner. Mercedes tienta a Max Verstappen
El padre de Verstappen pide la cabeza de Horner

Desde que es el equipo campeón y núcleo activo de las ambiciones, Red Bull ha dejado de ser la cuna de la fiesta, la frescura del paddock y el catering para todos. Es ahora una marca con ojeras, foco de vanidades y ebria de éxito. ... Empezó la temporada de F1 y los coches energéticos volvieron a arrasar en Baréin con Verstappen y Checo Pérez, pero en Red Bull no hay celebración ni motivos para el jolgorio. Hay un conato de guerra civil, dos facciones pegándose públicamente, en la empresa y en el equipo de Fórmula 1, con un presunto escándalo de corte íntimo por medio y un campeón, Max Verstappen, al que tientan desde la competencia, Mercedes.
Será difícil que en esta saga de insidias, Chris Horner o Max Verstappen puedan continuar sin que algo cambie en sus puestos, uno dirigiendo y el otro conduciendo. Red Bull zanjó una investigación externa, de la que no se conocen detalles, según la cual Horner quedaba exonerado de una conducta inapropiada con una empleada del equipo.
Una serie de correos electrónicos enviados la semana pasada desde un anónimo a prensa, dirigentes de la F1 y equipos, contenían material, conversaciones y fotografías que pueden indicar una relación. Al margen del contenido de los correos sin verificar, desde algún lugar se trataba de precipitar la caída de Horner, manchar su reputación.
En Baréin el jefe de Red Bull se presentó con su esposa de la mano, la ex Spice Girl Geri Halliwell, en un evidente afán de aparentar normalidad y ausencia de daños en su matrimonio. En el juego político de los gestos, Horner compartió la ceremonia de entrega de premios en el podio –sus dos pilotos en las dos primeras posiciones– con Chalerm Yoovidhya.
Este empresario tailandés es el accionista mayoritario de la multinacional Red Bull, 51 por ciento de las acciones, y según las informaciones de los medios económicos, estaría enfrentado al heredero del fundador de la empresa, Mark Mateschitz, hijo del austriaco Dietrich Mateschitz, fallecido en octubre de 2022.
¿Carta de despido?
Diversas informaciones aparecidas en la prensa británica y neerlandesa indicaron que el CEO de Red Bull, Oliver Mintzlaff, había preparado un comunicado con la destitución de Horner y que éste la frenó gracias a su ejército de abogados y a la intervención de Yoovidhya.
Después de la victoria de Max Verstappen, el padre del campeón, Jos, prendió la mecha en una declaración al 'Daily Mail' que sonó a ultimátum. «Aquí hay tensión mientras él (Horner) siga en su puesto. El equipo corre el riesgo de desintegrarse. No puede continuar así. Explotará. Se hace la víctima, cuando es él quien causa los problemas». Y negó que él estuviera detrás de los correos anónimos.
Max Verstappen
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El campeón del mundo ha apoyado públicamente a Horner, investigado por un caso de conducta inadecuada con una empleada de Red Bull. Mientras su padre, Jos, atiza al jefe del equipo, el piloto hace de poli bueno. En diversos medios ya se especula que podría acabar en Mercedes.
Chris Horner
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El jefe de equipo más longevo en la F1 (2005). Le apoya la propiedad de Red Bull, Chalerm Yoovidhya.
Jos Verstappen
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El padre de Max no pertenece al equipo, pero siempre está. Ha pedido la salida de Horner. «Es el problema».
Chalerm Yoovidhya
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Hijo del socio del fundador de Red Bull. Dueño del 51%, está enfrentado al sector austriaco. Apoya a Horner.
Helmut Marko
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Expiloto austriaco, mano derecha de Mateschitz, el propietario fallecido. Ampara y protege a Max Verstappen.
En ese clima de enfrentamiento total, los móviles captaron la imagen de Jos Verstappen hablando con Toto Wolff, el patrón de Mercedes, en el circuito de Sakhir. Wolff, enemigo declarado de Horner en la eterna disputa Red Bull-Mercedes, alentó el rumor de una llegada de Verstappen. «Todo es posible». Con un asiento libre tras la marcha de Hamilton a Ferrari, Mercedes necesita un apellido potente para sustituirlo.
Según informaciones sin contrastar, la dirección de Red Bull habría aconsejado a Jos Verstappen que no acudiese a la siguiente carrera, el próximo sábado en Arabia Saudí. Horner tiene otra baza a su favor en este cisma. Adrian Newey, el diseñador estrella que fabrica coches campeones, es su amigo íntimo y también podría salir si él se va.
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