La FIA recrudece las sanciones por las palabrotas: 120.000 euros y pérdida de puntos

Todo empezó en un jueves de rueda de prensa oficial en la que Verstappen dijo en Singapur que su coche estaba 'jodido' en Bakú. El presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, había reclamado a los pilotos en una entrevista publicada ese mismo día limitar el lenguaje malsonante y los tacos en las radios.

Verstappen recibió un castigo consistente en un trabajo social con pilotos en Kigali (Ruanda), que tuvo que cumplir meses después. Al concluir el Gran Premio de Singapur, el holandés amenazó con dejar la F1: «Estas cosas influyen en mi futuro también».

Han pasado los meses y la FIA no relaja el asunto. Ha publicado una actualización de su código deportivo, en el que marca penalizaciones mucho más severas para los pilotos que atenten contra lo que ellos consideran buena conducta.

La FIA establece directrices respecto a conducta indebida como «el uso general de lenguaje, gestos o signos ofensivos, insultantes, groseros, maleducados o abusivos y que razonablemente pueda esperarse o percibirse como grosero o maleducado, o que cause ofensa, humillación o sea inapropiado«. Añade en este apartado »agredir, codazos, patadas, puñetazos, golpes, etc.« e »incitar a hacer cualquiera de las cosas anteriores«.

Amplía el arco hacia los insultos a la propia FIA. «Cualquier palabra, hecho o escrito que haya causado daño moral o perjuicio a la FIA, a sus órganos, a sus miembros o a sus directivos, y más en general al interés del deporte automovilístico y a los valores defendidos por la FIA« y por »cualquier incitación pública a la violencia o al odio«.

Una primera infracción conllevará una penalización de 40.000 euros; la segunda, 80.000 euros y un mes de suspensión; y la tercera, 120.000 euros, un mes de suspensión y pérdida de puntos en el campeonato sin especificar la cantidad.

La FIA se ha puesto severa y prohíbe «la realización y exhibición de declaraciones o comentarios políticos, religiosos y personales que violen de forma notable el principio general de neutralidad promovido por la FIA en virtud de sus estatutos«.