fórmula 1
La Fórmula 1 explota con la crisis de las palabrotas
Max Verstappen pone en duda su futuro por la sanción comunitaria que recibió al decir en rueda de prensa que su Red Bull estaba «jodido»
Verstappen pide suprimir las radios
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Iniciar sesiónLo que no han conseguido las decisiones subjetivas de los comisarios, la superioridad técnica del Red Bull que aburría al personal o los presuntos alerones flexibles del McLaren ahora apabullantes, pueden lograrlo las palabrotas que se escuchan usualmente en las radios de las transmisiones ... de la Fórmula 1: acabar con la paciencia del campeón del mundo, Max Verstappen.
Los tacos lo han descentrado. Después de un fin de semana de reproches a propósito del lenguaje soez de los pilotos cuando están a mil pulsaciones jugándose el pellejo dentro de los coches, de una absurda sanción comunitaria al holandés por parte de la FIA y de una comedia en las declaraciones del piloto mientras se disputa el título con Lando Norris (cuenta con 52 puntos de ventaja a falta de seis carreras), Verstappen pone en duda ahora su futuro en la F1 por «lidiar con tonterías como esta».
Max Verstappen, un tipo tajante y poco dado a las contemplaciones, se ha enfadado de verdad. Y aunque su amenaza de abandonar este deporte es una aderezo recurrente en la F1 que han aplicado casi todos los protagonistas principales (Ferrari, Red Bull, Hamilton, Alonso), su postura es de confrontación total con la Federación Internacional del Automóvil (FIA) después de haber sido sancionado por decir que su coche «estaba jodido» en una rueda de prensa.
El fin de semana en Singapur se presentaba duro para el neerlandés porque el McLaren es el mejor bólido y a él le toca administra la ventaja que adquirió al principio de temporada con el Red Bull volador. Pero no imaginaba que el gran premio asiático se le iba a cruzar de lado a lado cuando el jueves por la mañana un periodista le preguntó por las palabras de Mohammed Ben Sulayem, quien había expresado en 'motorsport.com' su deseo de que los pilotos limitaran el lenguaje grosero y las palabrotas cuando se comunican por radio con sus ingenieros durante las carreras. «No somos raperos. ¿Cuántas veces por minuto dicen la palabra con F (fuck –jodido–)? Nosotros no somos eso», dijo el dirigente.
Verstappen no contemporizó en la respuesta en la rueda de prensa que cada jueves de gran premio organiza la FIA. «Lo mejor es suprimir las radios», soltó. Los audios de las radios durante las carreras provienen de la FOM, la productora de la F1 que realiza los grandes premios para todo el mundo. La FIA y Liberty (el propietario de la F1) lo han promovido como parte del espectáculo, en contra de la opinión de muchos pilotos, que en ocasiones salen malparados por el lenguaje malsonante.
Durante la conferencia de prensa del jueves, Verstappen tensó la cuerda. «Mi coche estaba jodido», respondió cuando le preguntaron por la diferente configuración de su Red Bull respecto a Checo Pérez en Bakú.
Hamilton también contestó a Ben Sulayem. «No me gusta la forma en que lo expresó. Utiliza la palabra rapero como estereotipo. La mayoría de los raperos son negros. Tiene un elemento racista».
La réplica de la FIA fue desproporcionada y absurda respecto a Max Verstappen. Por emplear la palabra «jodido» en una intervención pública organizada por el propio organismo internacional, se le castigó a trabajos comunitarios. «Pero si son gladiadores jugándose la vida», protestaron los jefes de equipo de Ferrari y Williams y rivales de Red Bull, Fred Vasseur y James Vowles. En el grupo de whatsapp de los pilotos, el holandés también recibió apoyo unánime, según comentó.
Dos actitudes al comunicar
A partir de ese momento, Verstappen adoptó una política de comunicación restrictiva. La FIA organiza las ruedas de prensa de los tres primeros pilotos clasificados el sábado en la pole y el domingo en la carrera. Luego, los departamentos de prensa de los equipos deciden si los pilotos vuelven a hablar en su campamento o no. El holandés contestó con monosílabos y respuestas cortantes en las convocatorias de la FIA y se explayó en las que promovía su equipo. «No me pasa nada, no puedo hablar mucho por si me sancionan otra vez», se justificó el campeón del mundo.
El neerlandés consiguió la segunda plaza en la parrilla de salida y mantuvo esa posición al final de la carrera. Gracias a eso, conserva 52 puntos de ventaja respecto a Lando Norris a seis carreras del final.
Pero en su mente flotaba el otro tema. Volvió a ser parco en la rueda de prensa de la FIA y locuaz en Red Bull, donde deslizó que podría dejar la F1. «Este tipo de cosas deciden mi futuro también. Si no puedes ser tú mismo o tienes que enfrentarte a este tipo de tonterías... No quieres estar lidiando con esto todo el tiempo. Esa no es la forma de continuar aquí, seguro. cuando sea suficiente, ya será suficiente. Ya veremos, la Fórmula 1 sin mí no es un problema, pero tampoco lo es para mí».
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