El ambicioso plan para impulsar a una mujer a la Fórmula 1

La Fórmula 1 organiza un panel de mujeres expertas en el motor, pioneras que se han abierto paso en un universo de hombres. Al público le habla Hannah Smith, la jefa de estrategia de Red Bull que guía los pasos y sirve de brújula a Max Verstappen.

Entre las ponentes se encuentra Sophia Floersch, 22 años, la piloto que compite en Fórmula 3 (la tercera división) y que sufrió un pavoroso accidente hace cinco temporadas en el icónico Gran Premio de Macao para jóvenes promesas.

Las jóvenes aspirantes a piloto que viajan en el autobús ya cuentan con referentes, aunque la historia de la Fórmula 1 expresa otra realidad. En 72 años de historia de este deporte-negocio, solo seis de los 885 pilotos participantes fueron mujeres. Giovanna Lombardi, treinta años atrás, fue la última mujer en comparecer en un gran premio. Disputó las clasificaciones de Sudáfrica, México y Brasil sin lograr su pase a la carrera del domingo.

Alpine, la escudería francesa de Renault, penúltimo equipo en la trayectoria de Fernando Alonso, lanzó hace un año un programa de captación de talento para fomentar la inclusión de las mujeres en sus diferentes categorías del automovilismo, desde los puestos técnicos hasta el volante de los fórmula 1. La divisa se denomina Rac(h)er.

Un plan que persigue desmontar los prejuicios de un deporte eminentemente masculino y promover una cierta paridad.

La marca gala pretende un futuro ambicioso: el compromiso de la captación por mérito y no solo por género, con el objetivo ampliar su nómina de mujeres trabajando al 30 por ciento dentro de cinco años.

«Con Rac(h)er queremos crear una verdadera meritocracia y no solo mover estadísticas. Hemos diseñado un programa único a largo plazo que se basa en el compromiso de todos los empleados de Alpine para sacar a la luz el talento femenino y animar a las nuevas generaciones de mujeres a trabajar en la industria del automovilismo, ya sean ingenieras, mecánicas o pilotos», dice Claire Mesnier, responsable de recursos humanos de Alpine.

Las jóvenes aspirantes al karting, el primer escalón de los monoplazas, recibiren el apoyo de Rac(H)er con entrenamiento mental y físico a medida, y recursos económicos que puedan tutelar la igualdad de oportunidades frente a los hombres los hombres en el camino a la F1. La hoja de ruta de Alpine empieza por el karting, sigue por la F4, campeonatos regionales, F3, F2 y tal vez algún día la F1.

En marzo del año pasado, Aseel Al Hamad y Abbi Pulling se convirtieron en las primeras mujeres en conducir un automóvil de Fórmula 1 en Arabia Saudí como parte de una demostración organizada por Alpine en el reino de la península arábiga. Un evento lleno de simbolismo en un país esquivo a las libertades civiles e igualdad de género que causó impacto.

La alemana Sophia Floersch es la punta de lanza del programa. En el accidente de Macao se rompió la columna y estuvo 10 horas en una operación de riesgo en el quirófano.

Su ingreso en la F3 albergaba el aliciente de ser la única mujer en esta categoría la alineación de la colombiana Tatiana Calderón. «La experiencia de Alpine me ayuda a crecer», dijo este fin de semana. Floersch no ha puntuado todavía enla F3 y ocupa el puesto 28 de 32 pilotos después de siete carreras.