Carlos Sainz se niega a ser segundo piloto en Ferrari

«Conozco las reglas de la F1 y potencialmente siempre puede haber órdenes de equipo, pero no en la sexta carrera. En esta fase estamos los dos en igualdad de condiciones -cuenta Sainz-. Todo puede pasar todavía. Y también sé la relación que tenemos Mattia Binotto (el jefe de Ferrari F1) y Chales (Leclerc), y por ese lado no estoy preocupado».

Al contrario de los pronósticos que le pueden situar como piloto número dos de la escudería italiana, Sainz tira de hemeroteca y de entusiasmo. «Correr en España motiva y supone una presión positiva. En Barcelona siempre he ido rápido y he conseguido mis mejores resultados. Siempre me han salido las cosas bien aquí y es una motivación que espera aprovechar».

Sainz tiene al fin un coche para ganar carreras, para estrenar el palmarés que ya recoge nueve podios, siete de ellos con Ferrari. Ese horizonte cambia: ahora puede ser tan favorito como cualquiera para una victoria. «La espera por llegar hasta aquí no ha sido larga, ha sido parecida a la de otros años en Barcelona. Siempre tengo ganas locas por hacerlo bien en casa. Imagino las ganas del público y podéis imaginar las mías».

Ferrari trae evoluciones en su coche en el alerón trasero y en el suelo. ¿Serán suficientes para alzarse al éxito? «Nosotros podemos traer tres décimas de mejora por vuelta, pero si los demás también las traen, ¿qué es, positivo o negativo? Lo que tenemos que hacer es mejorar las mejoras».

A Carlos Sainz le falta un suspiro para ingresar en la dimensión de los triunfos, y el madrileño reconoce que la paciencia tiene un límite. «Ese poco duele, la verdad. Estamos luchando por las poles, estamos con los mejores...».