Dori Borges: «Esta edición de la Copa Sevilla será la última sobre albero»

Este año se cumplen 60 ediciones de la Copa Sevilla. Se dice pronto...

Muchos años, sí. Estábamos deseando que llegara este 60º aniversario. Quedan pocos días para comenzar. Y además, el salto de este año es importante. Haremos 61, 62, 63... pero qué duda cabe que éste es especial.

También lo es porque se sube de categoría.

Este año, por necesidades de la ATP y de la subida de categoría, hemos tenido que hacer cambios. Y algunos importantes. Se irán viendo y creo que gustarán. Pero todos para favorecer y engrandecer el torneo. Lo más importante es el tema deportivo. Queremos que haya un cuadro a la altura.

¿Hay algo preparado para conmemorar el 60º aniversario?

Queremos hacer algo especial porque será el último año que se juegue en pistas de albero. Me gustaría que se hiciera algo conmemorativo para nuestras pistas porque comenzará la obra a la semana prácticamente de terminar el torneo. Se cambia a tierra roja.

¿Y por qué el cambio, siendo el albero signo de distinción del torneo?

Es el único torneo que se juega en esta superficie, pero también es verdad que el albero da problemas a nivel televisivo, se está acabando y los jugadores prefieren competir en polvo de ladrillo. Los que vienen por primera vez se quedan sorprendidísimos al ver nuestras pistas. Luego se adaptan y muchos repiten. Si queremos progresar, tenemos que cambiarlas.

¿Supone una gran inversión?

Supone una inversión importante, sí. Vamos a cambiar todas las pistas, seis. Los socios, mientras, no podrán jugar al tenis. Este cambio engrandece las dos cosas: al torneo y el club. Nos ha costado mucho tomar la decisión.

¿Cuándo empieza la obra?

Una semana o diez días después de que acabe la Copa Sevilla.

¿Y el plazo de ejecución?

Es de unos tres meses. Hasta Navidades. Nos dieron un plazo mucho más corto, pero este cambio implica muchas cosas. Hay que hacer nuevas instalaciones de agua, riego, luces...

Un salto de calidad importante.

Muy importante. El cambio de categoría y el cuadro de tenistas ya lo son, pero el de superficie modificará la identidad del club. Es un cambio de era. Da mucha nostalgia, pero no hay más remedio que cambiarla para avanzar. En la propia Copa haremos algo conmemorativo para despedirnos del albero como se merece. Ha sido algo muy pensado. Cuando nos dimos cuenta de las ventajas que podía tener para el club, tiramos hacia delante.

¿De la subida de categoría cuándo se enteran?

No nos enteramos. Fuimos nosotros los que decidimos ir a 125. Las categorías de Challenger han pasado a ser 75, 100 ó 125. Nosotros éramos 90 y optamos por dar el salto a 125, que es la máxima categoría en España. Bajar a 75 en un año de aniversario no era lo más correcto. Hay más requerimientos y el prize money sube bastante: de 69.000 euros a 145.000 a repartir ahora.

¿Algunos de los favoritos están ya confirmados?

Pedro Cachín está inscrito, pero va al US Open. Está confirmado el campeón del año pasado, Carballés. Viene Fernando Verdasco, seguro. Lo hemos invitado y tiene confirmada su asistencia. También estarán Delbonis, Facundo Díaz, Pablo Llamas...

¿La tierra batida será un reclamo para que vengan mejores tenistas?

Es un añadido. Hemos subido de categoría, se gana más dinero y somos muy hospitalarios. A este torneo, el jugador es muy fiel. Y por aquí han pasado todos los grandes: Orantes ganó en 1966, Santana, Ferrer, Nadal, Alcaraz... Todos los cracks, antes de serlos, han pasado por aquí.

Ese espíritu no se perderá.

No. Es maravilloso que vengan conocidos, porque le dan un aliciente al torneo y tenemos que atraer al público, pero no podemos perder eso, que somos una cuna de estrellas. Alcaraz estuvo en 2019 y perdió en cuartos de final con Davidovich. Sabía que a ese chaval no lo veríamos más.

¿No habrá torneo femenino?

Este año hemos decidido no hacerlo por la cantidad de cambios que tenemos que hacer. Hicimos un torneo femenino de categoría IBP y no tuvo demasiado éxito. Le hemos dejado en stand by, pero no nos hemos olvidado del femenino. El dinero no ha sido el condicionante. Igual el año que viene podemos hacer un WTA, que está más acorde con nuestro torneo. No sería imposible, pero necesitaríamos más días, entre diez y doce mínimo. Estamos limitados en pistas, pero no hemos descartado la Copa Sevilla femenina en ningún momento.

¿Un llamamiento a los sevillanos?

Les diría que aquí van a pasar un rato estupendo, que vamos a tener tenis de calidad y que seguramente no hará ya este calor. El tenis está de moda y lo tienen cerca, a su disposición. Ojalá vengan todos lo que quieran. Estaremos encantados de recibirlos a todos.

¿La entrada es gratuita?

No, pero tiene un precio muy asequible para todo el mundo. Es una cantidad prácticamente simbólica. Lo hicimos más que nada por control de aforo, que es limitado. Por las mañanas es gratuito, hasta las 17.00 horas. Es tenis para todos los públicos.

¿Qué balance hace de esta etapa como presidenta?

Muy bueno. Es un orgullo ser presidenta de este club. Es lo más generoso y altruista que he hecho en mi vida. Es estresante pero también muy gratificante. Soy la primera presidenta del club en sus 94 años de historia. Es un club muy abierto a la calle, con mucha demanda. Hay lista de espera porque no queremos masificarlo.