Intratable Evenepoel en la contrarreloj; dentellada de Pogacar a Vingegaard

Rinde a nivel estelar Tadej Pogacar, solo 16 segundos peor, segundo en la etapa, nuevo maillot amarillo como estaba cantado ante Van der Poel en una especialidad que no controla y, sobre todo, dominador frente a Vingegaard, el ganador de dos Tours que se dejó un mundo ante su máximo rival, 1 minuto y cinco segundos. Demasiada desventaja ya en la general (1:13) para pensar en positivo con vistas a la montaña.

Lucen todos los equipos sus cascos última generación, en busca de esos segundos extra en la aerodinámica, pero la contrarreloj decreta lecturas concluyentes, no hay milagros que valgan. Se han derrumbado los españoles para la general. 2:57 de retraso para Enric Mas, cuyo resultado refrenda una vez más que el Tour le viene grande; y un inesperado 2:15 para Carlos Rodríguez, el granadino líder del Ineos que se desmorona.

Brillan los jóvenes españoles. Iván Romeo, planta de rodador soberbio, 21 años, sexto en la etapa a 1:02 de Evenepoel y superando en puntos intermedios a Pogacar. También luce Pablo Castrillo, debutante y noveno. Durante varias horas, hasta que llegan los cracks, ambos integran el top cinco de la etapa.

Evenepoel sostiene un ritmo uniforme, lo dice su pulsómetro, sus piernas atómicas. Parece débil al principio, pero es un ciclón en la parte final, donde a arrasa a todos (Afini, Plapp, Pogacar, Vingegaard). Ha ganado 20 contrarrelojes en su vida y es el cmapeón del mundo del ramo con solo 25 años. Si no fuera por Pogacar, dominador del ciclismo actual. «He mirado siempre hacia adelante, con el ritmo intacto de principio a final», dice el belga.

Pero está Pogacar, que no falla, ciclista de precisión y solidez mental que ejerce su gobierno de todas las maneras. Deja tocado a Vingegaard, quien falla donde no se espera. Ya está a 1:13. «No cambia nada, se trata de recuperar el tiempo», cuenta su director, Grisha Niermann, poco convencido.