Doble alegría para Lampaert

Aunque la primera etapa en línea de la Vuelta era principalmente llana, no fue para nada un día tranquilo para el pelotón. El fuerte ritmo impuesto por alguno de los equipos y el viento lateral que sopló con fuerza durante toda la jornada impidió que la jornada fuera de fiesta para los corredores.

El riesgo de abanicos hizo que los favoritos se mantuvieran en alerta para evitar cortes. Equipos como el Katusha trataron de romper el pelotón, que se mantuvo agrupado hasta que se pasó por debajo de la pancarta de diez kilómetros para meta.

Ahí fue cuando el Sky decidió poner en marcha la máquina para terminar con la unidad del grupo . El corte no engulló a ninguno de los favoritos, pero dejó claro que el equipo de Froome ha venido a la vuelta con las mismas intenciones con las que acudió al Tour de Francia hace apenas unas semanas.

Ya en las calles de Gruissan fueron los sprinters los que buscaron su oportunidad. Una de las pocas que les dejará esta Vuelta de escaladores y aventureros. Controlaba la llegada el Quick Step, que confiaba en Mateo Trentin, pero se encontró con la escapada final de Yves Lampaert, cuyo tirón final se vio beneficiado por el viento que le impulsó hacia un doble premio en la línea de meta.

A su triunfo de etapa, el belga sumó el maillot rojo de líder por la bonificación de diez segundos. Alegría por partida doble para el conjunto y el corredor belga.

La Vuelta llega hoy a los Pirineos , con su primer contacto con la alta montaña en una etapa que contará con dos puertos de primera categoría y uno más de segunda antes de llegar a Andorra La Vella.