«Todavía no soy consciente de lo que he hecho»

A Contador le recordaron ayer en el podio el gran año del ciclismo español con su Giro, el Tour de Sastre y el oro de Samuel Sánchez en Pekín. El madrileño agarró el trofeo con sus manos. «Todavía no soy consciente de lo que he hecho», dijo. Elevó la figura. Contador con los mitos. Dentro de ese exclusivo club de sólo cinco socios. A los 25 años.

El próximo domingo escudará a Freire en el camino hacia el cuarto Mundial del cántabro. Freire rebasaría así a Binda, Merckx y Van Steenbergen. Al ciclismo español le crecen los genios. Reunidos todos en una camada.

A la espera del cierre en el campeonanto del mundo de Varese, la victoria de Contador es el broche al año más certero. Lo anunció en la contrarreloj de Ciudad Real, lo cimentó en Andorra y lo certificó en el lugar que él quiso: el Angliru. Mágico Contador: convirtió el veto del Tour a su equipo, el Astana, en un doble triunfo en el Giro y la Vuelta. Su compañero Leipheimer y el resistente Sastre subieron con él al podio. El estadounidense, gregario teórico del madrileño, fue su único rival. El que le apretó en la cronoescalada a Navacerrada. Entre ellos ha habido sólo 46 segundos. A Sastre, el tercero, le cargó de broncas y traiciones, su director, Bjarne Riis. Y así y todo, ha escalado al podio del Tour y al de la Vuelta.

Mosquera terminó cuarto. Premio a su paciencia, la del emigrante que no triunfa hasta viejo. Valverde, el quinto, se perdió en el descenso del Caracol y ganó su etapa. Y Antón, el escalador al que no vio el Angliru por caerse en el Cordal, se citó con el futuro de la Vuelta. Ayer hubo otras caídas, ya en el circuito de La Castellana. Codazos por el sprint que al final ganó el danés Breschel. También hubo una despedida, la de Víctor Cordero como director de la Vuelta.