Ajedrez
Carlsen abandona por sorpresa el torneo de San Luis, entre rumores de que le hicieron trampas
El campeón del mundo perdió su primera partida del año contra Hans Niemann y luego anunció que deja la competición sin dar explicaciones
Carlsen, el drama de perder contra un idiota

«Abandono el torneo. Siempre he disfrutado de jugar en el club de San Luis y espero volver en el futuro». Con este breve y enigmático mensaje, publicado en Twitter, Magnus Carlsen ha anunciado a las ocho de la tarde (hora española) que dejaba de participar en la Sinquefield Cup, uno de las grandes competiciones del año. Acababa de perder su primera partida después de 53 encuentros invicto. Nadie cree, sin embargo, que su retirada sea una consecuencia del resultado. En las redes se han sucedido rumores preocupantes, que apuntan a que Hans Niemann, estadounidense de 19 años que cortó su racha, le pudo hacer trampas. Por supuesto, el joven gran maestro de ajedrez es inocente hasta que se demuestre lo contrario.
Que Carlsen acompañara su mensaje con un vídeo de Mourinho es otra señal de que algo raro había pasado o, como mínimo, que él cree firmemente que ha ocurrido. El exentrenador del Real Madrid dice en el vídeo que adjunta Carlsen: «Si hablo, tendré graves problemas».
I've withdrawn from the tournament. I've always enjoyed playing in the @STLChessClub, and hope to be back in the future https://t.co/YFSpl8er3u
— Magnus Carlsen (@MagnusCarlsen) September 5, 2022
Todo el asunto parece descabellado. Para empezar, es extrañísimo que el campeón del mundo deje así un torneo (no lo ha hecho nunca), más aún sin dar explicaciones, como se supone que haría si tuviera algún problema físico, por ejemplo. Tampoco es creíble que lo haga por su estado de forma, por malo que pudiera ser. Su actitud tiene que obedecer a una causa mucho más grave.
El noruego solo había jugado tres rondas en el torneo de San Luis (Estados Unidos). Empezó ganando al ruso Ian Nepomniachtchi, al que dio una lección de juego. Luego hizo tablas contra el estadounidense de origen armenio Levon Aronian y entonces llegó su sorprendente derrota contra el joven Niemann. Este martes tendría que haberse enfrentado al gran maestro Shakhriyar Mamedyarov, que se ha llevado el punto sin jugar.

De Hans Niemann se ha comentado que en el portal Chess.com lo ha expulsado en alguna ocasión por hacer trampas, lo que ya sería muy grave, aunque una cosa es el juego online y otra es una competición en vivo contra los mejores del mundo. Al cierre de estas líneas, Niemann se enfrentaba al joven francés Alireza Firouzja, quien por otro lado también fue castigado en Chess.com por hacer trampas cuando era un niño y luego lo tuvieron que rectificar. Fue readmitido tras analizar mejor sus partidas. Resulta que ya era tan bueno que saltaron las alertas del software antitrampas, cuando en realidad no recibía ninguna ayuda.
«Si Niemann ha hecho trampas con 19 años, su carrera se acabó», aseguraba David Martínez en Chess24, aunque luego aseguraba que su imagen puede quedar manchada aunque sea inocente. Pepe Cuenca, por su parte, añadía en la retransmisión del torneo: «Si Magnus le acusa sin pruebas, es gravísimo». En Cheess.com Hikaru Nakamura repetía sin parar: «¿Quién sabe?. No tengo ni idea». Le parecía increíble que algo así pueda ocurrir y, al mismo tiempo, no se atrevía a descartarlo. Poco después, contaba que varios jugadores le habían dicho que estaban convencidos de que Niemann hacía trampas de algún modo.

Por desgracia, la posibilidad no es tan remota en el ajedrez de alto nivel. Una aplicación de móvil juega ya mejor que el campeón del mundo. Los controles en los torneos no buscan tanto descubrir posibles dopajes como encontrar aparatos electrónicos ocultos.
En 2011, otro jugador de 19 años, el francés Sebastien Feller, fue castigado por hacer trampas en el seno del equipo francés, nada menos que durante la Olimpiada de Ajedrez y con la ayuda del seleccionador galo y de otro maestro que le 'soplaba' las jugadas desde fuera.
Más graves aún fueron las acusaciones de Veselin Topalov cuando perdió su Mundial contra Vladimir Kramnik, en 2006. El búlgaro lanzó su bomba precisamente en una entrevista con ABC. «El Kremlin nunca reconocerá que mató al espía ruso, ni Kramnik que hizo trampas», era el titular de la conversación. Aquellas acusaciones, que primero negó y luego retiró, tras pedir perdón, estuvieron a punto de costarle un castigo de tres años sin jugar, ya que nunca pudo aportar pruebas.
Veremos cómo termina el culebrón de San Luis. De momento, recordemos que Carlsen no ha lanzado ninguna acusación concreta, de modo que tampoco se le puede denunciar por realizar acusaciones sin pruebas.
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