GOLF – PGA CHAMPIONSHIP

Brooks Koepka gana su quinto 'major' en Rochester

El estadounidense dominó un torneo en el que Rahm (+7) acabó desfondado

Jon Rahm flojea de nuevo en el Campeonato de la PGA, con Brooks Koepka líder bajo la lluvia

El golfista Brooks Koepka durante el Campeonato de la PGA afp

Brooks Koepka confirmó su fama de depredador de los grandes al conseguir su tercer PGA Championship, el quinto 'major' de su carrera. El de Florida acabó el trabajo que dejó inconcluso en el pasado Masters de Augusta, cuando Jon Rahm le quitó el triunfo en ... la última jornada, y de paso brindó una victoria reivindicativa al LIV Golf, que nuevamente volvió a brillar (Bryson DeChambeau fue cuarto y Cameron Smith, noveno).

Koepka salió un golpe por delante de Viktor Hovland y no se dejó impresionar por las ganas del noruego. Es más, entre ambos se estableció una rivalidad tipo 'match-play' que le llevó a distanciarse del resto y a afrontar la jornada como un mano a mano. Mas en el hoyo 16 se acabó el sueño del europeo. Cuando intentó sacar la bola de un 'bunker' de la calle golpeó la bola demasiado baja y se le incrustó en el talud, lo que le obligó a dropar y a firmar un doble 'bogey' que le alejó de la cabeza y le mandó a luchar por el segundo puesto. A esas alturas Scheffler venía desde atrás como una moto y pasó a ser su objetivo real.

El vibrante pulso que el escandinavo mantuvo con Brooks fue bonito mientras duró, pero el final de fiesta iba a ser para el de Florida. Jugó los dos hoyos finales a placer, pues salió del 17 con cuatro de renta y afrontó el 18 con dos, después de tropezar en el 17 y que Scheffler acabara con 'birdie' en el último. Koepka (-9), que lo tenía todo bien controlado, solo se permitió una sonrisa al sellar un último hoyo de libro y ganar el torneo por dos de ventaja a sus rivales.

Un grande para olvidar

Por su lado, Jon Rahm concluyó de mala manera un torneo al que llegaba con muchas ilusiones y terminó siendo el peor de su temporada. Después de haber ganado cuatro títulos, entre ellos el Masters, la posibilidad de ganar el 'Grand Slam' se diluyó en la primera jornada al firmar 76 golpes. Luego reaccionó para superar el corte (68), pero un pésimo sábado en el que acabó frustrado por la lluvia y su juego le abocó de nuevo a un resultado sobre par (72).

De manera que el domingo no le quedaba otra que apostar por la heroica. Salir a la desesperada en busca de un ataque que le permitiera remontar una cuarentena de plazas en la general para maquillar un campeonato en el que volvió a perder los papeles en un campo de golf muchos años después. Sus malos modos ante un cámara que le grababa y el hecho de romper un micrófono en un arranque de rabia no correspondían con lo que se espera de un número uno mundial, por lo que necesitaba borrar esa mala imagen con una gran tarjeta.

El comienzo fue el deseado (dos 'birdies') pero ahí se acabó todo su ataque. Ese 'putter' que no le ha funcionado en toda la semana decidió seguir sin mandar la bola dentro de los agujeros. Y un jugador como Jon no es de los que se conforma con firmar pares seguidos. Después de ocho hoyos esa rutina anodina tenía que cambiar hacia un lado u otro y, desgraciadamente, la racha acabó con un 'bogey'. A partir de ahí a Rahm le entraron las ganas de terminar y, para completar el cuadro negativo, volvió a tropezar en los dos últimos. Esto le llevó a firmar otra ronda sobre par (71), concluir quincuagésimo y salir de malos modos del campo. Para colmo de males, el subcampeonato de Scheffler le arrebató el número uno mundial. A partir de ahora toca pasar página y pensar en el siguiente 'major', el Open USA.

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