Baloncesto
Del oro a la nada: las claves de la caída de España en el Eurobasket
La ausencia de liderazgo, la inexperiencia y los errores desde la línea de tiros libres marcan el fiasco de la selección en el adiós de Scariolo
España cae con Grecia y consuma la debacle: eliminada en el Eurobasket
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEl Eurobasket se cerró para España con un golpe seco, casi cruel, en Limassol. La vigente campeona, acostumbrada a transitar las rondas finales desde hace casi dos décadas, cayó en la primera fase y enterró una etapa dorada. El 86-90 frente a Grecia fue ... el símbolo de un equipo sin respuestas, atrapado entre la nostalgia de lo que fue y la incertidumbre de lo que vendrá.
El torneo dejó demasiados signos de debilidad: líderes que no aparecieron, errores básicos desde el tiro libre, una estructura sin pívots dominantes ni referentes claros. Ni siquiera la pizarra de Sergio Scariolo, capaz en otras ocasiones de multiplicar recursos con lo mínimo, logró disimular las carencias de una plantilla que se mostró frágil en momentos decisivos. Y, sin embargo, entre las sombras también se abrió paso la luz. Los jóvenes bases Sergio De Larrea y Mario Saint-Supéry, descarados y maduros pese a sus 19 años, ofrecieron un hilo de esperanza. El futuro se asoma en un presente sombrío, justo cuando el pasado se despide en la figura de Scariolo, ovacionado en su último partido tras quince años de éxitos.
El desplome de los Hernangómez
Willy y Juancho llegaron señalados como referentes tras el oro de 2022, pero en Chipre fueron la sombra de sí mismos. El primero, incapaz de imponerse en defensa, alternó destellos con lagunas prolongadas; el segundo, errático y nervioso, quedó marcado por los tres tiros libres fallados en el tramo final ante Grecia. Tras el partido, el propio Juancho resumió con crudeza su torneo: «He cometido muchos errores. Asumo la culpa, no he estado a la altura. Tengo que meter algún puto tiro libre. Es un fracaso».
Liderazgo ausente
Sin la comparecencia de ambos, Santi Aldama asumió galones, pero ofreció una versión fría y discontinuada. Terminó como el mejor de España en cuanto a puntos (14,0 por partido), rebotes (6,1) y valoración (14,2). Buenos números, pero lejos de demostrar que puede decidir partidos o de mostrar el ascendente que tienen Doncic en Eslovenia o el propio Antetokounmpo en Grecia, por poner dos ejemplos de jugadores NBA. Brizuela, tocado físicamente, apenas pudo sostener la anotación, y López-Aróstegui tampoco encontró continuidad. El alero valenciano solo dio la talla en el último encuentro: «Estamos muy jodidos porque no hemos conseguido el primer objetivo, que era pasar de grupo. Hemos luchado hasta el final, pero hay que hacer autocrítica».
Una estructura debilitada
La convocatoria, se sabía, fue la más frágil en décadas: sin pívots de referencia, sin bases experimentados tras la renuncia de Lorenzo Brown y con lesiones inoportunas en la fase de preparación (Ndiaye, Abalde y Alberto Díaz se cayeron antes de empezar). Scariolo tejió con lo que tuvo, pero la manta fue demasiado corta. España pagó sus carencias estructurales cada vez que el partido exigió músculo y experiencia.
Falta de continuidad y experiencia
España nunca logró asentarse en el campeonato. El equipo se mostró irregular desde el inicio, con cinco derrotas de seis en los amistosos previos y un arranque impropio ante Georgia. Las palizas a Bosnia y Chipre fueron simple maquillaje. España no ha sido capaz de consolidar un plan de juego reconocible y ha fallado en los momentos clave. Le ocurrió durante la preparación y lo volvió a demostrar durante el torneo, donde Italia y Grecia vencieron por su mayor experiencia en esos minutos.
La maldición del tiro libre
El 21/37 desde la línea en el partido decisivo explica por sí solo la eliminación. España tuvo opciones reales de ganar, pero la fragilidad en los tiros libres la condenó. Los errores consecutivos de los Hernangómez y de Aldama con el marcador apretado sellaron la derrota. En el global del torneo, la selección se marcha con un 66 de 110 (60% de efectividad) en ese apartado. La peor de las 24 selecciones presentes en el Eurobasket.
La clase media, insuficiente
Parra, Yusta o Pradilla mostraron orgullo y entrega, pero la energía no alcanzó. La llamada clase media se dejó el alma en defensa y en el rebote, pero careció de talento ofensivo suficiente para equilibrar los partidos grandes.
Un vestuario abatido
La autocrítica fue inmediata. «Fracaso» fue la palabra más repetida por los jugadores. Willy Hernangómez lo reflejó así: «Es muy duro, pero estoy seguro de que esto va a ser una experiencia de cara al futuro. Esto duele, pero nos va a hacer más fuertes».
Los brotes verdes
No todo fueron sombras. El crecimiento de De Larrea y Saint-Supéry es la mejor noticia: dos bases adolescentes puestos de golpe en el disparadero que jugaron con desparpajo en los momentos más calientes. El futuro pasa por ellos y por Aday Mara, Izan Almansa, Hugo González, Eli Ndiaye, Baba Miller... Faltan minutos en la élite, pero los mimbres parecen sólidos.
A la vez, es de valorar que se mantenga intacto el ADN competitivo: incluso con limitaciones, España compitió hasta el último segundo. Ya en la preparación, pese a las derrotas, se plantó cara tanto a Francia como a Alemania, dos de las grandes favoritas. Tampoco Italia y Grecia lo tuvieron fácil. López-Aróstegui lo resumió en positivo: «Hay que poner en valor lo que hemos hecho bien, porque hay jugadores muy jóvenes. Nos vamos satisfechos porque hemos competido contra uno de los mejores equipos del campeonato».
El adiós de Scariolo
Con la eliminación también se cerró la etapa de Sergio Scariolo, el seleccionador más laureado de la historia del baloncesto español. Quince años, ocho medallas, un Mundial y cuatro Eurobasket sostienen su legado. Se marcha al Real Madrid con la conciencia tranquila y la certeza de haberlo dado todo. «Me siento en paz con mi conciencia. Todo lo que tenía lo he dado. No puedo estar más orgulloso del esfuerzo de mis jugadores», dijo en su emotiva despedida, con una mano en el corazón. Su adiós deja un vacío enorme en el banquillo. A la vuelta a España, la presidenta Elisa Aguilar tendrá que ponerse a la tarea de encontrar un sustituto de garantías. De momento, los nombres de Pablo Laso y Chus Mateo son los que más suenan.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete