Elisa Aguilar, un hito histórico hacia la igualdad en el deporte español

Más allá de su impecable carrera, su nombramiento es histórico porque Aguilar se convierte en la primera presidenta de la FEB en sus 100 años de historia y la tercera mujer en dirigir un deporte español. Solo Asunción Loriente (Federación de Remo) e Isabel García (Salvamento y Socorrismo) dirigen actualmente otras federaciones. Y, sin hacer de menos a las otras dos disciplinas, el que una mujer lleve las riendas del segundo deporte más importante del país es «un hito histórico hacia la igualdad», como se encargó la madrileña de recalcar en su discurso de presentación.

Los datos no mienten. Según números del Ministerio de Cultura y Deportes, al cierre del año 2022 solo había 27 mujeres entre las 117 personas que componen las juntas directivas de los cinco deportes con más licencias en España (de más a menos, fútbol, baloncesto, caza, golf y montaña y escalada). Es decir, un 22%. Unas cifras que deberán cambiar antes de que concluya 2023, ya que la nueva Ley del Deporte obligará a que en los organismos deportivos las personas de cada sexo no superen el 60% ni sean menos del 40%. Ahora mismo, solo la Federación de Montaña y Escalada cumple con estos parámetros.

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«Experimento sentimientos de honor, responsabilidad, compromiso, gratitud y orgullo. Orgullo porque, una vez más, la FEB ha dado una lección de modernidad y de valentía, y se ha situado a la cabeza de las entidades deportivas de este país, eligiendo a una mujer para su presidencia. Un hito histórico que reconoce el papel de las mujeres en nuestro deporte y que marca el paso de la sociedad española», reconocía Aguilar desde el estrado, ya con el título de presidenta oficializado.

El colofón a una carrera impresionante, ya que, desde que tiene uso de razón, siempre ha estado ligada al baloncesto. Una hoja de acción internacional sobresaliente (un oro europeo, una plata continental y seis bronces) y una trayectoria de clubes tan exitosa como diversa, desde su paso por equipos más modestos como el Canoe, donde se estrenó como profesional, a escudos de renombre como el Spartak de Moscú. Sin olvidar su experiencia en la WNBA, donde jugó con los Utah Starzz en 2002.

Experiencia en las pistas que complementó con su paso por el baloncesto de despacho en los últimos cinco años, donde fue la directora de Competiciones de la FEB, siempre a la vera de Garbajosa. Es por eso que Aguilar, al presentar su programa para el próximo año (en 2024 se abrirá un periodo electoral donde tendrá que revalidar victoria en as elecciones), se mostró ambiciosa y segura de sus capacidades para afrontar el reto.

Sin ir más lejos, lanzó la posibilidad de que España albergue el Preolímpico del próximo julio, en el que la selección dirigida por Sergio Scariolo participará en busca de un billete para los Juegos de París 2024. «Sabemos que tanto Scariolo como sus jugadores volverán a entusiasmarnos con una nueva lección de compromiso, entrega y talento», reconoció la madrileña.

Otro de sus objetivos es que el baloncesto alcance los 500.000 federados en 2030, lo que supondría un incremento del 25%. Además, la profesionalización de la Liga Femenina Endesa también será un objetivo preferente para Aguilar. La competición tendrá un departamento exclusivo dentro de la FEB que la monitorizará en todo momento para que su crecimiento no sea una «moda» y para que la firma de un convenio colectivo, una meta desde hace tiempo perseguida, se haga al fin efectiva. Novedades que sirven de aperitivo para la nueva e ilusionante etapa del baloncesto español. La etapa de Elisa Aguilar.