Baloncesto
Canadá destapa las vergüenzas de Estados Unidos y se lleva la medalla de bronce
Mundial 2023
Un glorioso partido de Gilgeous-Alexander (31 puntos) y Brooks (39) lleva a los norteamericanos al primer podio de su historia
Estadísticas del partido
Haliburton, defendido por
Estados Unidos abandona Filipinas con mucho sobre lo que reflexionar. Sumó su tercera derrota del torneo ante Canadá (118-127) y, por segundo Mundial consecutivo, se queda fuera del podio. Como dijo Steve Kerr, ahora todos los equipos son muy competitivos, y qué ... mejor que su vecino del norte, hasta hace poco un fantasma en el baloncesto internacional, convertido ahora en una superpotencia, para darle validez a la frase. De la mano de Gilgeous-Alexander y Dillon Brooks, los canadienses se impusieron en la prórroga tras un igualado duelo.
Solo estaba en juego el tercer puesto, decepcionadas Canadá y Estados Unidos tras caer de forma estrepitosa en las semifinales del Mundial, pero el espectáculo fue de lo más entretenido. Si el público esperaba un partido muy similar a la NBA (ambos conjuntos son los que más jugadores de la liga tienen), eso mismo fue lo que le dieron.
Era difícil seguir el endiablado ritmo, hasta siete lanzamientos anotados entre ambos bandos de forma consecutiva. Anthony Edwards era un vez más el faro de los estadounidenses, de los pocos que ha estado a la altura de las circunstancias. Sin embargo, el talento canadiense se imponía.
Dilon Brooks, tremendo su Mundial, falló su primer lanzamiento de tres a falta de tres minutos para acabar el tercer cuarto. Hasta ese momento, había anotado los seis que había tirado, espectacular la serie de lanzamientos del alero de los Memphis Grizzlies. A su vera, Gilgeous-Alexander y Barret martilleaban el aro rival y la ventaja subía como la espuma.
Pese a sus problemas en el rebote defensivo, Estados Unidos firmó un parcial glorioso, 12-0 nada más comenzar el último cuarto para devolverle la bofetada a sus vecinos del norte. Fogonazo que convirtió el partido en un embudo. Para certificar la remontada, Kerr jugó los últimos minutos con un quinteto extraño, plagado de bases, escoltas y alero y sin ningún interior. Era una moneda al aire.
Gilgeous-Alexander, un bailarín como no hay dos, puso por delante a Canadá con una bella suspensión. Quiso igualar el marcador Edwards con un tiro similar, pero el balón se salió. Cuando Estados Unidos estaba muerta, Mikal Bridges se inventó una genialidad para forzar una prórroga imposible.
Milagro de Bridges
Con Estados Unidos cuatro abajo, el alero de los Brooklyn Nets estaba en la línea de libres. Metió el primero y, a la desesperada, tiró el segundo a fallar. Jordi Fernández había puesto todos los centímetros posibles sobre la cancha para asegurar el rebote, pero no fue suficiente. El balón, de manera sorprendente, volvió a las manos del jugador y, desde la línea de tres, clavó un lanzamiento tremendo para forzar la prórroga.
Pese al golpe moral, Gilgeous-Alexander no quiso saber nada de remontadas. El base de los Thunder firmó una de las canastas del torneo tras dejar atrás a Reaves y mandar al suelo a Bridges, un tremendo defensor, para anotar un triple que se convirtió en clavo para el ataúd estadounidense.
Brooks se vistió de enterrador, imparable desde cualquier posición, poniéndole morritos al banquillo estadounidense cada vez que sumaba puntos mientras el público de Manila enloquecía con su actuación. Noqueados, sus rivales se hincharon a perder balones en las últimas posesiones y el bronce, de forma muy merecida, fue para Canadá, la primera medalla de un país y de una generación ilusionante.
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