baloncesto

Valdemoro: «Pensé que esto se acababa»

La baloncestista vuelve a las pistas tras fracturarse las dos muñecas en octubre

Valdemoro: «Pensé que esto se acababa» josé alfonso

LAURA MARTA

Una mala caída la condenó a dos operaciones y un durísimo periodo de rehabilitación que hubiera sentenciado a cualquiera, pero no a ella. Amaya Valdemoro , de 35 años, tuvo la paciencia y el coraje para seguir confiando en su voluntad y en sus ... posibilidades. Desde aquel 12 de octubre han sido 115 días de dolores, fisioterapeutas y fuerza de voluntad. Mucha. «El primer día que volví a coger un balón y sentí el dolor, no se lo dije a nadie, pero llegué a decirme que esto se había acabado», afirmó la capitana del Rivas Ecópolis , equipo al que regresó el pasado sábado para ayudar en la victoria ante el Gerona por 78-69.

Con el número 13 a la espalda, Valdemoro saltó a la pista en el minuto trece, momento en el que un pabellón que doblaba en espectadores a cualquier otro día rompió a aplaudir para darle la bienvenida a la jugadora. La sonrisa eterna escondió los nervios del regreso, la intranquilidad de no llegar al aro o de haber perdido su toque mágico, ese por el que la consideran la mejor jugadora española de baloncesto.

Siempre vio lejos su regreso a la pista, pero reconoció que el apoyo incondicional de su familia, su club y los cientos de seguidores anónimos que la animaban por las redes sociales le hicieron «sacar la fuerza para realizar todos los ejercicios necesarios con pasión y determinación». Por eso no tardó ni cuatro días desde que recibió el alta en calzarse las zapatillas y saltar a la cancha para comenzar a recuperar sensaciones con el balón, por lo que más ha luchado en estos tres meses: «Ha sido duro, muy duro. He llorado de dolor, de miedo, de rabia, de ganas de jugar».

Las cicatrices que lucen ahora sus muñecas son un recuerdo perenne de que todo se puede superar, pero que tiene que empezar de cero, poco a poco. «Espero serle útil al equipo cuando lleguen los octavos de final de la Euroliga y la Copa, y por suerte antes tenemos varios partidos para que vaya recuperando un poco el ritmo», confesó.

El palmarés de Valdemoro suma ocho Ligas, nueve Copas de la Reina, una Euroliga y tres anillos de la WNBA, además de 200 partidos como internacional en la selección española; y su regreso después un calvario médico y de rehabilitación de más de tres meses simboliza una nueva página de oro a su leyenda.

Sin pensar en la despedida

Sin embargo, un objetivo que sigue sin añadir a su excelso currículum es la participación en unos Juegos Olímpicos. «Nos quedamos sin Atlanta y Sídney, pero quedarnos fuera de Londres en el Europeo de Polonia es lo peor que me ha pasado en su carrera deportiva», afirmó en junio pasado, sin saber lo que le depararía el destino pocos meses más tarde. Otra lesión tuvo parte de culpa, pero esta vez una que lleva arrastrando muchos años. Su gemelo izquierdo dijo basta en el primer partido ante Alemania y le apartó de la lucha por una plaza en Londres. La derrota ante Croacia les dejó sin sueño.

Descartada la opción de cerrar su brillante carrera en Londres, Valdemoro otea el Europeo de 2013 en Francia. Lo dará todo para estar en el preeuropeo, pero será la Federación la que decida si cuenta con ella. La afición y el baloncesto sí lo hacen.

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