Españoles en la NBA: un año para lucirse sin la presión de las victorias

A los hermanos Gasol, Calderón, Rudy Fernández y Serge Ibaka se ha unido Ricky Rubio , que tras dos años de «pasantía» en el Barcelona ha decidido dar el salto a la NBA. Él, al igual que Calderón y Rudy Fernández, no tendrá otra obligación más que seguir creciendo y aprender de cara al futuro. A los tres les tocará vivir la parte más amarga de esta competición. Equipos en reconstrucción, sin más ambición que ir partido a partido y evitar terminar en la cola de la clasificación.

El que más difícil lo tendrá será Calderón . Líder de los Raptors, huele a fondo del pozo. La franquicia canadiense esperará al próximo draft para renovarse y mientras tanto, a Calderón le tocará vivir otro calvario de derrotas con el único consuelo de hacerlo bien para llegar a punto a los Juegos Olímpicos.

El caso de Rudy Fernández , recién fichado por los Nuggets , es parecido. Con la cabeza en Madrid , el balear dispondrá por primera vez de muchos minutos para demostrar de lo que es capaz. Tras la marcha de Carmelo Anthony a los Knicks, Denver es una franquicia sin aspiraciones, donde se sentirá importante.

Si lo hace bien, podría encontrarse con un buen contrato el próximo verano, cuando será agente libre. Si no, tiene abierta la puerta del Real Madrid para regresar cuando quiera. Ese contrato lo consiguió Marc Gasol hace unos días. Sueldo de estrella para el mediano de los Gasol, cuyo objetivo está en los play offs y en superar esas semifinales de conferencia que alcanzó el año pasado.

Un sueño parecido al de Ibaka , el último fichaje de la selección. Su contribución defensiva fue clave para que los Thunder llegaran el año pasado a la final del Oeste, así que al congoleño nacionalizado le tocará ahora dar un salto cualitativo para aportar esos ocho o diez puntos en ataque que le den a su equipo la opción de luchar por el anillo.

Ibaka parece, junto a Pau Gasol , el único de los españoles capacitados para tratar de ganar el campeonato. La situación del pívot catalán es complicada, tanto si se queda en los Lakers como si se va . En las últimas horas cobra fuerza la opción de que finalmente no salga —no hay nada interesante en el mercado para intercambiarle—, pero aún así su situación dentro del vestuario seguirá siendo muy difícil tras los problemas del final de temporada y la decidida apuesta de la franquicia por deshacerse de él.