NBA
Rose baja de la nube a los Lakers
Un canastón del base de los Bulls deja sin triunfo a los Lakers en el último suspiro
EMILIO V. ESCUDERO
Las últimas semanas han sido convulsas en las oficinas de los Lakers. Muchos rumores, operaciones de traspaso fallidas y demasiadas caras largas. Mal augurio para un equipo llamado a ganar el anillo, pero que esta temporada tiene pinta de transición. La tiene, porque a pesar ... de la llegada de Mike Brown al banquillo el equipo sigue cometiendo los mismos errores de antaño: defensa blanda y excesiva dependencia de Bryant en ataque. Los grandes males que le achacaban a Phil Jackson , multiplicados tras la marcha de Lamar Odom , que ha sido parcheada con un puñado de jugadores del montón. Estos, escasos de calidad, van sobrados de corazón, aunque ese plus no les sirvió ayer a los Lakers para hacerse con el triunfo (87-88).
El movimiento de jugadores de la pretemporada hizo que Ebanks fuera anoche la pareja titular de Pau Gasol en la pintura angelina. El neoyorquino, despreciado hace un año por Jackson, entró en el cinco inicial del partido inaugural de los Lakers, lo que da una idea del potencial que maneja el nuevo técnico de la franquicia de California. Con él y McRoberts de inicio, otra de las caras nuevas, los Lakers mantuvieron el tipo durante el primer tiempo, pero se veía que iban muy forzados.
Fue Pau Gasol el que llevó el peso ofensivo en los primeros minutos. Olvidada, por el momento, su posible salida, el español demostró que sobre la cancha es donde mejor sabe expresarse . Ágil y veloz como en el Eurobasket, Gasol se marchó al primer descanso con ocho puntos en su casillero. Noah, encargado de frenarle, no lo consiguió (al igual que en la final europea) y el Staples empezó a disfrutar. Llegaron a mandar los Lakers por ocho (18-10), pero fue entonces cuando apareció Derrick Rose para dar la vuelta al marcador.
Rose hizo diabluras en la cancha
Fue con la entrada de la segunda unidad cuando más se notó la falta de potencial de los Lakers. El único que dio la talla de verdad fue Steve Blake , muy motivado en su segunda temporada en Los Ángeles, aunque limitado como antaño. Con él en cancha, Rose hizo diabluras. Diez puntos en el segundo cuarto que reactivaron a los Bulls y que les llevaron a dominar al descanso por siete puntos (49-56).
Sin Bynum, sancionado con cuatro partidos por una tángana a final del año pasado, los Lakers sufren mucho en la pintura. Tras la marcha de Odom, la presencia del “Gigante de Cristal” se hace aún más importante. Ayer, sin ninguno de los dos en cancha, Gasol tuvo que multiplicarse en tareas defensivas , ya que el relevo de Murphy no ofrecía garantías. En cuanto a McRoberts, brega bajo los aros y poco más. Un fichaje aprovechable, pero poco más. Faltan quilates y por ahí van a sufrir mucho los Lakers esta temporada.
Rose le gana la partida a Bryant
Si no lo hicieron ayer, fue porque salió a relucir la casta. Esa que se echó en falta el año pasado y que escondió la ausencia de calidad de una plantilla tan remozada como limitada. McRoberts, Murphy, Goudelock, Ebanks… todos saben que deben dejarse la piel para seguir aquí el próximo año y en ello andan. Sin ellos, el buen trabajo de Kobe (28 puntos) y Pau (14 puntos y 8 rebotes) no hubiera servido de nada. Aunque parece claro que si los Lakers quieren volver a ser un aspirante serio al título, tendrán que dejar a muchos de ellos en la cuneta la próxima temporada.
Mientras llega ese momento, toca luchar con lo que hay. Y eso es luchar, y dar balones a Bryant y Gasol . La fórmula funcionó ante unos Bulls en rodaje, a los que se les notó aún fuera de forma por momentos, pero que van a ser candidatos al título.
La reacción local llegó tras el descanso con una aportación notable desde el banquillo (29 puntos) inusual en la temporada anterior. Así, se llegó al último cuarto con un punto arriba para los Lakers (69-68). Un parcial inicial de 11-2 dejó el encuentro encarrillado y la buena muñeca de Bryant dejaba la victoria a un paso (82-71, min. 37)… hasta que apareció el MVP de la pasada temporada. Rose, apoyado en los largos brazos de Luol Deng, aprovechó los robos del británico para ir limando las diferencias. Aún así, con catorce segundos en el marcador, los Lakers ganaban por uno y tenían el control del balón (87-86). Todo estaba hecho, pero un fallo de Bryant en su pase hacia Gasol le dio una última oportunidad a los Bulls que Rose no desaprovechó. Canastón que dejaba la responsabilidad en manos de Bryant, al que la magia no le acompañó esta vez.
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