Fútbol
Paulo Futre: «Conmigo el Bernabéu se callaba; escuchaba el suspiro de su miedo»
El ídolo colchonero se recupera en Lisboa del susto que le dio la salud sin perder atención a la actualidad
Futre, tras su hospitalización: «He visto la tarjeta amarilla»
Simeone: «No nos asemejamos en nada al Madrid, ellos ganan continuamente»
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Iniciar sesiónSiempre ha sido una estrella, un líder, el carisma personificado. Sobre el campo en su magnífica época como jugador, negociando como director deportivo o intermediario o ahora como 'influencer'. Es Paulo Futre (56 años), un genio para siempre en el santoral del Atlético de Madrid, ... al que la salud le dio un susto gordo hace dos meses. Invitado por el Real Betis, el luso presenciará este domingo desde el palco del estadio Benito Villamarín el partido de su exequipo frente a los verdiblancos.
¿Cómo se encuentra del infarto?
Ha sido un enorme susto y todo por el tabaco. Siempre he fumado. Después de retirarme, mucho más. Cuando jugaba controlaba bien: el martes doce cigarros, miércoles diez, jueves ocho, viernes seis, sábado cuatro, uno el domingo después de comer, luego jugaba y después del partido me fumaba todo. Pero después de retirarme fumaba casi dos paquetes por día y he dejado de fumar. Ya no puedo tocar ni un cigarro.
Y solo unos días después del susto, el homenaje en el Metropolitano. Muchas emociones.
No hay palabras para describir lo que viví aquel día. Fue alucinante, maravilloso, una emoción única. No tengo palabras para agradecer al Atleti.
¿Es en el Atleti donde ha sido más feliz?
Fui feliz en el Sporting donde debuté, me formé, llegué a internacional con 17 años... después en el Oporto también, nadie podía imaginar que seríamos campeones de Europa. Y en el Atleti fue increíble... Pero la gran diferencia fue cuando con 22 años me dieron el brazalete. Hay un partido, mi segundo derbi, en el Bernabéu, que lo perdimos injustamente, y ahí empecé a vivir el club de una manera completamente distinta. Pasé de ser profesional del club que me pagaba, a ser colchonero como el que más. No admitía que nadie me dijera que era más colchonero que yo, podía ser igual, pero no más. Empecé a vivir los colores de una manera tan intensa que dura hasta ahora.
Extremos para la saudade
HughesPensar en Figo y Futre, tan parecidos y tan distintos, despierta una nostalgia movida por el recuerdo de sus regates, unos quiebros y fintas tras los que corren dos décadas
Para usted un derbi era algo muy especial. A la semana de llegar al Atleti ya odiaba al Real Madrid.
Porque desde el primer día era la frase que más escuché de todos mis compañeros: hay que sudar hasta la última gota de sudor con la camiseta del Atleti, pero contra el Madrid hay que sudar sangre. Una, dos, tres, veinte veces. Y empiezas a, no odiar, pero a tener manía a tu eterno rival. Y yo en los derbis me transformaba, me encantaba jugar en el Bernabéu, estaban 82.000 personas, y el primer derbi, el 0-4, sentía el respeto cuando tenía la pelota. El estadio se callaba, escuchaba el suspiro del miedo, y cuando perdía la pelota, buuuf, el alivio... los gritos... y también los insultos.
Y en un derbi, en la final de Copa del Rey de 2013, cantó a todo pulmón en TVE el gol de Miranda.
Me olvidé de que estaba en la tele, estábamos en la prórroga, en el sofá de mi casa y chillé, grité de alegría. Después pedí perdón a Sanchís que estaba conmigo. Pero lo grité más por mis hijos y toda la generación de chavales que estuvieron tantos años sin ganar al Madrid, 14 años. Por mi hijo pequeño, Fabio, que cuando el Atleti perdía no quería ir al cole, los niños son crueles. Y grité ese gol por todos los niños colchoneros que sufrieron tanto durante tantos años sin ganar un derbi y ya eran hombres... No me arrepiento para nada.
Y sin embargo, resulta que usted fue decisivo en el fichaje de Figo por el Real Madrid.
Cuando me retiré ni sabía lo que iba a hacer aún. Tenía muchos contactos y la primera operación fue como un bróker, en medio de los agentes y los clubes. Fue una locura total, algo imposible. Esta historia daba para hacer mínimo cuatro capítulos.
¿Esa llamada fue como contó en el documental?
Florentino cuando me ve me dice: «Tú eres el culpable de que yo esté aquí». Nadie podía ganar esas elecciones a Lorenzo Sanz, ni el Rey de España. Venía de ganar dos Copas de Europa cuando el Madrid llevaba casi 40 años sin ganarla. Cuando me llama Florentino yo pensé que habría cámaras, que sería una broma de Inocente Inocente. Pero cuando vi el empresario que era Florentino llamé a Veiga, que era mi amigo, y le dije: «Estoy con una persona que quiere ser candidato a presidente del Real Madrid, pero necesita a Figo». Y me dijo: «Estás loco». Y me colgó. Entonces, si yo cuelgo, me despido de Florentino, y hoy no era presidente. Así que me quedé ahí, fue la clave. El Madrid estaba en la ruina y Florentino me dijo: «La cláusula la pago yo». Eran 60 millones de euros, con IVA 72 millones de euros. Aún eran pesetas. 12.000 millones de pesetas. Y cuando Veiga me cuelga yo fui para adelante. Pensé: «Si paga 72, puede pagar diez más». Y entonces dije: «Sí, José, ok, sí... ¿Una comisión de diez...? ¿De ocho...? ¿De seis...?». Y dijo: «Ok». Entonces le dije a Florentino: «Dame una sala para poder llamar a José tranquilo». Y le dije: «José, calma, hay seis millones de comisión». Era muchísimo dinero, en 2000 no había comisiones. Fue algo único, fue la operación más polémica de la historia.
Había una cláusula de penalización de 30 millones de euros. Si Figo se hubiera echado para atrás, ¿Futre habría tenido que pagar?
No, no, pero estaba metido ahí. Éramos tres portugueses metidos ahí. Yo ya había salido a la prensa varias veces. Estuve con Luis en el Algarbe después de la Eurocopa. Y yo no pagaba nada, pero pagaba con pérdida de credibilidad e imagen. Luis estaba cabreadísimo con Gaspart porque Luis entonces ya era uno de los mejores jugadores del mundo y era de los que menos cobraba en el Barça y por ese tema él fue para adelante también.
Futre, leyenda colchonera, ayudando al Real Madrid.
Yo como colchonero lo veo al revés, el Real Madrid me pagó y mucho. Yo ya no jugaba, era lo que estaba haciendo y yo lo veo de otra manera. Si no, lo podía haber hecho otra persona. Al revés, el Real Madrid me pagó a mí. Yo tengo manía al Madrid, por la rivalidad, nunca me he arrepentido, me siento orgulloso como colchonero.
De hecho, su figura como ídolo de la parroquia rojiblanca sigue creciendo con los años por su presencia en redes sociales. Se ha convertido usted en un auténtico 'influencer' colchonero.
Mi hijo Paulo es un fenómeno, es mi administrador. Somos muy parecidos y estamos siempre inventando cosas y me encanta porque me divierto. Nunca faltar al respeto, especialmente al Madrid. Pero siempre con bromas, simpáticas, rivalidad sana entre estos dos enormes clubes de la capital española. Somos mi hijo y yo, él me lleva todas las redes y lo hace muy bien.
Y en la red también tiene algún pique con madridistas, que le dicen que no ha ganado ninguna Champions.
Esto ha sido uno de los zascas más grandes del año, de los mejores. Le mostré la Copa de Europa con el Oporto, que además fui el mejor jugador de la final contra el Bayern Múnich... y fue tremendo... imagino su cara... Infórmate, infórmate... También me reí mucho cuando me despedí del Calderón y uno me dice que ahí no gané una mierda. Y le respondí: «Ahí no, pero aquí sí, en el Bernabéu». Esos piques, es bonito, la rivalidad sana.
También le escuché que no cambiaría la Copa del Rey de 1992 ganada al Real Madrid en el Bernabéu por una Champions. ¿De verdad?
Sin duda... Pero hablo por mí. Si hago un gol en la final de Champions al Manchester, la Juve, el PSG... no habría sentido lo que sentí en aquel momento con ese gol a mi gran enemigo Paco Buyo y aquella victoria... No llegaría a la extrema felicidad que sentí en aquel momento. No lo cambiaría por nada.
¿Cree que llegará esa Champions del Atleti?
Claro que sí. El fútbol ha sido cruel con el Atleti en las dos finales. Nuestro amigo de arriba fue tan cruel en Lisboa que no podía ser más cruel... Pero mira, penaltis en Milán y la suerte fue para el otro lado otra vez. Lisboa fue la única vez que he llorado después de retirarme. Estuve varios días sin conectar el teléfono, fue duro. Un día nuestro amigo de arriba nos lo devolverá, seguro. Y espero estar en este mundo para ver al Atleti ganar la Champions.
¿Y llegará con Simeone? Hay quienes parecen un poco cansados de sus planteamientos.
Tienes que preguntar a los colchoneros. El día que se pierde la mayoría critica al Cholo. Pero a estos mismos les preguntas dos o tres días después si el Cholo tendría que irse y todos te van a decir que no. También en esto la afición del Atleti es distinta. El Cholo ya no es entrenador, el Cholo ya es un mito. Y a los mitos colchoneros no se les toca. El Cholo va a estar hasta que él quiera. Está clarísimo. ¿Es muy defensivo? Defender es parte del juego, del fútbol.
En esos planteamientos parece que no termina de encajar su compatriota Joao Félix.
Joao fue clave para hacernos campeones hace dos años. De septiembre a noviembre hizo una temporada increíble, pero después se lesionó. Joao ha demostrado que es un genio, pero está teniendo mala suerte con las lesiones. Cuando está en su mejor momento le pasa algo... El primer año sufría mucho, era un niño. Pero ahora es más listo, ya no corre tanto para atrás como el primer año, sabe colocarse mejor.
Parece que la relación Joao-Simeone no pasa por su mejor momento.
Con el Cholo han creado polémica desde el primer día. Ahora el Cholo ve mejor a otros, pero vamos a ver a Joao dentro de muy poco dentro del campo, haciendo goles y al 100 %. La reacción de Joao cuando no entró contra el Brujas es normal. Él es un gran campeón y simplemente estaba enfadado porque quiere jugar. Creo que la relación Cholo-Joao es como padre e hijo y esto pasa hasta en las mejores familias.
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