El contragolpe
Sorloth: admirable suplente, titular indiscutible si se juega al ataque
«El gigante noruego celebró cuatro goles como cuatro soles jugando como nueve puro, su posición natural»
Simeone sería capaz de colocar a un nuevo Messi como lateral

En aquel viaje iniciático a Bulgaria de 1958 y entre tantos gigantes futbolísticos (¡Miguel, Mendoza, Vavá, Peiró y Collar!) destacaba, por su simpatía y bondad, el defensa derecho Santiago Orgaz, 'Verde'. Muchos años más tarde, otro lateral diestro y hombre de bien, Feliciano Muñoz Rivilla, ... relataba emocionado en la sede de Alternativa Atlética la semifinal europea del 59, las Copas de 1960 y 1961, la Recopa de Stuttgart de 1962, la Liga de 1966, y tantos otros partidos, anécdotas y viajes.
Al guardameta y bellísima persona José Luis Mur Vidaller lo fichó el Atleti tras una extraordinaria actuación en Huelva con su equipo, la UD Barbastro frente al Recreativo en 1972. Con su nuevo club no llegó a jugar ningún partido oficial, ya que una grave lesión de escafoides le impidió hacerlo. Pero confraternizó con Salcedo, Orozco, Rodri, Adelardo, Ufarte, Ovejero y tantos otros, con quienes comparte habitualmente mesa y mantel. Retirado del fútbol, se dedicó a su otra gran pasión, la fotografía. Tras ímprobos esfuerzos y sacrificios, cuenta en la actualidad con la mejor colección de cámaras fotográficas y de cine de España y un museo de ingenios musicales en su Labuerda natal. Sabido es, «luchando tercos y rudos, somos los aragoneses gigantes y cabezudos».
En el último partido de Liga se lució otro gigante, no maño sino noruego, con cuatro goles como cuatro soles. Nueve puro, su posición natural. Admirable suplente, al que no se le conocen quejas, titular indiscutible si se juega al ataque.
Con un Barrios inmenso también frente a la Real Sociedad, el equipo de la ciudad de San Sebastián, la más bonita de España (ex aequo con Granada). Solo por ello merece admiración y respeto. Está hermanada con el Atleti a través de jugadores comunes, desde el prehistórico Marculeta hasta el mencionado grandullón Sorloth, Javi Galán, Le Normand o Griezmann, pasando por Zubiarraín o Elduayen, por solo citar a guardametas. Son vínculos indestructibles, que deberían prevalecer por encima de la confrontación o el odio que intentan sembrar algunos indeseables.
En el siempre bullicioso y alegre Día del Niño. Un clásico, lo que para un escritor italiano significa un libro que nunca ha terminado de decir lo que tiene que decir.
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