Atlético 1-0 Sevilla

Llorente quiere ser imprescindible

La Liga | Jornada 4

La energía del carrilero, de nuevo suplente ayer, fue trascendental en el triunfo del Atlético

Desahogo rojiblanco antes de Navidad

Simeone festeja el triunfo con Llorente REUTERS

Empezó con alegría e incluso pareció por momentos recuperar el bonito fútbol con el que sorprendió a medio continente hace no demasiado tiempo. Sin embargo, el inicio del partido resulto ser un mero espejismo y el Atlético de Madrid sudó sangre para superar el incómodo partido que planteó el Sevilla ... para asistir al parón navideño con más calma que temor. En este complejo ejercicio de resistencia volvió a ser clave un hombre que, pese a su empeño, aún no ha alcanzado el papel de indispensable: Marcos Llorente.

Como en tantas ocasiones en esta misma temporada, ese internacional español que puede jugar en cualquier posición del campo esperó su oportunidad en el banquillo, sustituyó a un gris Molina en el inicio del segundo tiempo y, como si un soplo de aire fresco fuera, renovó las ilusiones atléticas. Cambió el devenir del encuentro con su gol inmediato, defendió de manera óptima las asociaciones entre Ocampos y Pedrosa y, con su innata profundidad, corrió al contragolpe cuando más lo necesitaba su equipo; cuando estaba con 10 hombres tras la autoexpulsión de Soyuncu.

Acabó el partido y el protagonista absoluto del encuentro, aún vestido de corto, hablo sobre su impacto en el resultado: «Buscábamos que los que entraran en el descanso le dieran cosas al equipo. Koke me ha puesto un gran pase, han cortado el centro, me ha caído ahí y he podido meter el gol que nos hace ganar».

Ya en rueda de prensa, Simeone, agradecido, alabó el esfuerzo de Llorente. «Como Marcos, los jugadores que tienen el esfuerzo como materia prima tienen que jugar».

Dos caras opuestas

Por un lado, el entrenador del Atlético se culpabilizó de la roja a Soyuncu en sus primeros instantes sobre el césped: «Me siento responsable de lo que le pasó. Es muy alto, muy fuerte y con intención de anticipar siempre y no le dimos el ritmo que necesitaba».

Por otro, el argentino mostró su alegría por el regreso de Reinildo a los terrenos de juego casi un año después de su lesión. «Fueron muy bonitos los abrazos que hubo en el vestuario y los cánticos del estadio», finalizó Simeone.

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