«Qué difícil tiene que ser robarle el balón a Koke»: los fantaseos del Vic ante la visita del Atlético

«Desde que nos tocó, aquí sólo se habla del Atlético. De golpe todo el mundo quería ir al partido, hemos recibido miles de mensajes, una locura. Ha sido difícil centrarse en la Liga», detallan dos de los benjamines del equipo, Marc Doménech (Torelló) y Edgar Banús (nacido en Vic), de sólo 19 años cada uno.

Pero sí que se han centrado. Así lo atestigua uno de los capitanes de la plantilla, Juli Berenguer (25 años, Folgueroles): «Todos hablamos de la Copa y ha costado, pero lo que más valoro es cómo el equipo ha respondido en Liga, siendo primeros y habiéndolo ganado casi todo. Sólo nos dejamos un empate en el minuto 90». El Vic es líder de la Liga Elit catalana (una suerte de regional preferente, sexta categoría del fútbol español) con 16 puntos sobre 18 posibles.

Berenguer, técnico de Operaciones en una empresa que fabrica chips electrónicos (Montronic Vic), explica cómo afrontan esta cita como «una oportunidad única para el club y para nosotros» y se acuerda especialmente de los más veteranos: «David Busquets, Gil Bertrana e Ignasi Armengou, llevan diez y ocho temporadas cada uno, dando la cara por el club, y son gente que se lo merece mucho».

Vic, perteneciente a la provincia de Barcelona y con más de 48.000 habitantes, es conocida como 'la ciudad de los Santos' (tiene más de 20 iglesias) y cuenta incluso con Universidad. Allí estudia un Grado en Deportes Edgar, quien ya soñaba desde hace tiempo con jugar contra el Atlético de Madrid: «Hace dos años estuve en el Metropolitano, me llevó mi entrenador de entonces, que es del Atleti, y guardo una bufanda de recuerdo. Y en el AVE de vuelta me preguntaba: ¿cómo será jugar contra estos?». Hoy, puede tener la oportunidad. Aunque, como defensa, no sabría a quién cubrir: «Imagínate a Sorloth, que no sé ni cuánto mide... Yo mido casi 1,90, pero el tío está muy fuerte».

Todos fantasean ya con las batallas que pueden entablar en un Hipolit Planas lleno (6.300 personas con las gradas supletorias, casi el doble de su capacidad habitual). Berenguer, mediocentro y canterano del FC Barcelona entre 2010 y 2015 (coincidió con Iñaki Peña, Riqui Puig o Monchu Rodríguez), tiene claro en quién se fija: «Entre los compañeros comentamos lo difícil que tiene que ser robarle el balón a Koke. Le admiro porque tiene una actitud increíble, es un competidor nato, y cuando no está se nota mucho».

Él le pedirá su camiseta, en un vestuario de sentimiento mayoritariamente culé, donde la zamarra más cotizada es la de Griezmann. Aunque ya tienen el reparto acordado, en función de la veteranía en el club y, entre los recién llegados, de la edad. Es el caso de Nil Pradas, estudiante de oposición a Mosso d'Esquadra, que elige a un hombre de orden: «Yo quiero la de Azpilicueta, juega en mi posición y para mí es un referente». Aunque los criterios son dispares. «Yo voy a intentarlo con De Paul porque me lo ha pedido mi hermana, que le encanta por guapo. Aunque aparte es un gran jugador», reconoce Doménech, que estudia International Business en la Universidad de Barcelona.

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Jorge Abizanda

La del Vic es una plantilla muy joven, con un gran número de estudiantes, y tienen muy presente la fecha que se celebra el 31 de octubre. «Nos han puesto el mejor día posible para meterles miedo, Halloween. Después tenemos programada una cena de equipo, así que a ver si la fiesta puede ser completa», desea Doménech. «Jugamos en césped artificial, ojalá noten la diferencia y en algún bote les podamos dar el susto», recuerda Edgar.

Y si dieran la sorpresa, prometen desde «algo loco», hasta raparse el pelo, o teñírselo de rojo, por los colores del Vic. Tienen un precedente a 85 kilómetros. Hace cuatro temporadas, el Cornellá de Segunda B eliminó al Atlético en segunda ronda. El Vic apenas milita en la sexta categoría del fútbol español.

«El Atlético Llega con una dinámica negativa, igual hasta saca a los titulares para que no se le tuerza», pronostica Edgar. «Simeone ha marcado historia en el Atlético, yo creo que seguiría aunque les diéramos el susto. Y hace bien el Atlético», opina Doménech. Y Nil Pradas es el más categórico: «El Cholo allí es Dios. Primero va Simeone, y después el Atlético. Es una institución. No lo van a destituir por todo lo que ha dado».