Una década de Atlético casi a coste cero

Ya lo dijo Enrique Cerezo en una entrevista con este periódico: «Hay una norma en esta casa que intentamos llevar siempre: no nos gastamos más de lo que ingresamos». Y así lleva cumpliéndose al menos en la última década. Según un informe de CIES Football Observatory, el Atlético de Madrid ha desembolsado en los últimos once años unos 1.100 millones de euros, mientras que ha ingresado 996 millones, todo ello en concepto de traspasos. Cifras que hacen que resulte un saldo negativo de 106 millones. Es decir, dividido entre once temporadas, el club rojiblanco ha gastado apenas 9,63 millones de media por año en fichajes. Una cantidad nimia para un equipo que lleva los últimos once cursos de forma consecutiva jugando la Champions, con los ingresos que ello conlleva, y que ha multiplicado su presupuesto por cuatro en este tiempo, rondando actualmente los 400 millones de euros.

Según datos de Transfermarkt, el Atlético ocupa el puesto 50º del mundo en cuanto a inversión en fichajes tras restar los ingresos por ventas. Un ranking (en el cuadro de la derecha) que lidera el Manchester United, seguido del City y el PSG. Los tres multiplican por diez (al menos) el gasto rojiblanco en traspasos. Del Top 10, siete son ingleses. Se cuelan también Barcelona y Juventus, mientras que el Real Madrid aparece en 20º puesto.

Del 21º al 49º hay datos sintomáticos. Por delante del Atlético aparecen hasta cinco equipos que militan en la Championship (Segunda división inglesa), Southampton (24º), Leeds (25º), Leicester (31º), Stoke (41º) y West Bromwich (49º); siete clubes chinos; tres de Arabia Saudí; dos rusos; e incluso el Cruz Azul mexicano (43º) ha invertido más (123 millones de euros) que el Atlético de Madrid.

Hace años que el Atlético no afloja la cartera en un fichaje de relumbrón. La pasada campaña (2022-2023) el refuerzo estrella fue un lateral derecho, Nahuel Molina. Petición expresa de Simeone y que costó 20 millones. Reguilón, Witsel y Doherty llegaron gratis, Memphis apenas costó tres millones y la segunda contratación más cara fue la de Samuel Lino (6,5), para irse cedido. Con las salidas a préstamo de Joao (once millones), Lodi (5) y los traspasos de Felipe (2) y Wass (2), la balanza fue de 20 millones de ingresos por 29 de gasto. La media.

Curiosamente el año de menor inversión fue en el que salió campeón. La gran estrella, Luis Suárez, llegó casi regalado por el Barcelona (unos seis millones). Salió Thomas al Arsenal por 50, y le remplazó Kondogbia por una cuarta parte (12,5). Y se hizo caja con la cesión de Morata (20 millones en dos años) y el traspaso de Caio Henrique, ocho millones de euros habiendo jugado un único partido, de Copa, con el primer equipo. Un caso que no es precisamente único: Jonny fue fichado del Celta por siete millones y traspasado al Wolverhampton por 21 sin disputar ni un minuto de rojiblanco; lo mismo ocurrió con Diogo Jota, contratado por siete y vendido por 14; o más recientemente el traspaso del argentino Berterame, que sin ser nunca oficialmente jugador del Atlético ingresaron ocho millones por su traspaso a Monterrey.

Para los que defienden que el Atlético gasta como un grande su mayor argumento es que invirtió 127 millones de euros en Joao Félix. Pero ese exceso vino motivado porque el Barcelona acababa de abonar al club colchonero 120 millones por Antoine Griezmann. Ese verano de 2019 fue especialmente prolífico en ventas, algunas muy sonadas: Lucas (80), Rodri Hernández (70), Gelson (30) y Vietto (11). Más de 300 millones de euros en traspasos, lo que, pese a los fichajes de Llorente (30), Hermoso (25), Trippier (22), Lodi (21) y Felipe (20), hizo que las arcas colchoneras contabilizaran casi 70 millones en beneficios.

El mejor ejercicio de ingeniería financiera se hizo con Griezmann. Fichado por 30 millones en 2014, vendido al Barcelona por 120 en 2019, y sólo dos años después repescado, primero a préstamo, y después en propiedad por sólo 20 millones, tras la famosa negociación, cronómetro en mano, para evitar desembolsar los 40 pactados inicialmente con el club azulgrana.

Grandes negocios se hicieron también con Arda, fichado por 13 y traspasado al Barcelona tras cuatro temporadas de éxito por 34, o por Raúl Jiménez, éste sin lustre deportivo, pero contratado por 10 y vendido por 22 sólo un año después.

Que regresa Diego Costa por 60 millones (2017) se marchan Carrasco por 30 y Theo Hernández por 24; que se ficha a Gameiro por 30, se traspasa a Borja Bastón por 18 y Miranda por 11; que se invierten 35 millones por Jackson Martínez, en verano el Atlético le vende China por 42...

Años atrás, había quienes tildaban al Atlético de Madrid de agencia de compra-venta de jugadores. Con los datos en la mano, el panorama no ha cambiado tanto. Eso sí, ahora siempre acompañado de la musiquita de la Champions de fondo.