Según ha informado el periódico brasileño Folha de S.Paulo, el círculo de Vinicius que ha acompañado a Silveira a una comisaría cercana al estadio ha asegurado que vuelven «a notar cómo no consideran el racismo un delito en España».
Asimismo ha mencionado que lo que más le llamó la atención, después del acto de racismo, fue «cómo toda la gente, las autoridades, los jefes de seguridad, todos lo minimizaban y trataban de decir que era algo normal ahí, eso es cultura española y la vida que sigue», ha declarado uno de los asesores.
Silveira ha denunciado haber recibido un plátano al ingresar al estadio, cuando le acompañaban otros tres miembros del equipo de Vinicius, incluido el técnico del jugador, a los que no se les ofreció, debido a que eran blancos.
Este incidente ha tenido lugar durante el partido que sirvió de reivindicación de la lucha contra el racismo en el fútbol, con la selección brasileña de negro por primera vez en más de sus 100 años de historia.
Uno de los asesores también ha manifestado que en la comisaría, un primer policía que los atendió les alertó de que existía la posibilidad de que el juez viera el gesto como una broma y no como una ofensa. Un segundo agente lamentó el hecho y comentó que Samuel Eto sufrió actitudes racistas durante su trayectoria profesional en el Barça.
Esta protesta surgió de los últimos episodios en el fútbol español, con Vinícius como un víctima habitual y el primero en reivindicar esa lucha. Antes de comenzar el encuentro, hubo un minuto de silencio contra el racismo y los jugadores se arrodillaron en el campo de juego como gesto de protesta.
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