El COE sopesa que haya dos abanderados en Tokio 2020

En 2012 se creó una norma que buscaba evitar la polémica en la elección del abanderado en los Juegos y que otorgaba ese honor al atleta clasificado que tuviera más oros olímpicos. Siguiendo esa regla, y a falta de que se haga oficial su clasificación para Tokio, tendría que ser Saúl Craviotto -doble campeón y cuatro veces medallista en los Juegos- el que debería portar la bandera en Tokio, pero Mireia Belmonte -un oro y cuatro medallas olímpicas en total- opinaba hace unos días en ABC que ella también debía aspirar a ese reconocimiento. «Es el momento de una abanderada», reclamó, al considerar que su palmarés, ligeramente inferior al de Craviotto, merecía al menos que su nombre se situara en la mesa de candidatos.

Abierto el debate, ha sido Alejandro Blanco el que ha recogido el guante. « Mireia es una deportista estratosférica, pero Saúl también lo es . ¿Que si puede haber un hombre y una mujer como abanderados? Siguiente pregunta», señalaba el dirigente el pasado jueves, tratando de pasar de puntillas por la cuestión y dejando abierta la posibilidad de que por primera vez haya dos abanderados en lugar de uno.

El presidente del COE, impulsor en 2008 de introducir una regla objetiva para la elección del abanderado, es ahora también el principal cerebro de esta fórmula novedosa que atraería los focos hacia la bandera nacional como nunca antes en una ceremonia de inauguración. El Comité Olímpico Internacional ha confirmado a ABC que la elección de dos deportistas como abanderados es algo poco habitual, pero que entra dentro de la legalidad y que ya se ha hecho en alguna ocasión. Los hermanos Wolfgang y Andreas Linger fueron los portaestandartes de la bandera de Austria en Vancouver 2010 y hace solo dos años , en PyeongChang 2018, los canadienses Tessa Virtue y Scott Moir hicieron lo mismo para su país. Ejemplo que podría seguir España si la idea que ronda la cabeza de Alejandro Blanco toma forma en la Junta de Federaciones Olímpicas, el órgano encargado de tomar la decisión final.

« No queremos que esta cuestión genere una polémica, así que si hay una fórmula que permita a Mireia cumplir su sueño, aunque sea compartida, sería bienvenida », reconoce a ABC Fernando Carpena , presidente de la Federación de Natación. El suyo es un discurso conciliador, consciente de que, si no es así, sería muy complicado ver a la nadadora abriendo la delegación española en Tokio. «Si con esto conseguimos que los dos sean abanderados, pues bien», apunta.

Más cauteloso se muestra Juan José Román , el presidente de la Federación de Piragüismo. «Esta posibilidad es una sorpresa para mí, porque lo que conocemos es la regla que hay de que el abanderado tiene que ser el que tenga más medallas de oro. Por eso, lo más lógico en este caso es esperar a lo que se hable en el Comité Ejecutivo previo a la reunión de la Junta de Federaciones Olímpicas y, a partir de ahí, emitiremos nuestra opinión. Lo que no veo lógico es abrir una pugna por quién debe ser el abanderado antes de tiempo . Saúl es el principal candidato y las otras opciones, como esta de que haya dos abanderados, son válidas y deberán ser estudiadas en su momento, si es que se ponen sobre la mesa», señala el dirigente a ABC.

Será el Comité Ejecutivo , formado por 24 personas, el que decida si finalmente propone a los dos atletas en una candidatura conjunta que llevaría la imagen con la bandera de España por todo el mundo.