Los pilotos, en pie de guerra por las superlicencias

Lewis Hamilton tendrá que pagar 200.000 euros para correr el próximo Mundial de Fórmula 1. Si no lo hace, la Federación Internacional del Automóvil le retirará el permiso. Borrasca en lontananza en una F-1 convulsa por la crisis en esta pretemporada. La Asociación ... de Pilotos (GPDA) hizo público ayer un comunicado en el que considera «injusto e inadecuado» la subida del precio que deben pagar para obtener la superlicencia impuesta por la FIA.

La tasa impuesta por la FIA ha crecido de 1.690 a 10.400 euros en el último año. Además tienen que abonar una cantidad por cada punto que consiguen en el campeonato. «La GPDA, en nombre de todos los pilotos, ha intentado resolver el problema la pasada temporada y por ello tuvo un encuentro en Monza con el presidente de la FIA», dice el comunicado. Los pilotos recuerdan que en 2007 la superlicencia fue la más cara de cualquier deporte del mundo.

Max Mosley, el presidente de la FIA, contraatacó pidiendo a los pilotos que declarasen formalmente la cuantía de sus contratos para que el público pudiese evaluar la proporción o desproporción de la superlicencia. A esto los pilotos han respondido que «los contratos son confidenciales y así deberían seguir».

Según aseguran los pilotos, las subidas del pasado año se realizaron sin negociar con ellos y se enteraron de lo que tenían que pagar cuando recibieron las facturas o cuando lo vieron a través de los medios. Según la GPDA, la FIA se embolsa sólo por las licencias 1,7 millones de euros al año.

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