Las grandes gestas de la Vuelta a España

La Vuelta a España ha sido el escenario de numerosas tardes de gloria, pero solo algunas lograron alcanzar la trascendencia de lo épico. De la memoria. Gestas que nacieron muy lejos de meta. Gestas que a la postre, sirvieron para alzarse con la clasificación general:

Casi 30 años después, aún se mantiene viva la leyenda del puerto de Serranillos . Fue en está zona de Ávila donde Bernard Hinault llevó a cabo una de las mayores exhibiciones de su carrera profesional . El cinco veces ganador del Tour tuvo que lidiar durante aquella Vuelta de 1983 contra el pacto establecido entre los corredores españoles que optaban a la victoria final: Gorospe, Alberto Fernández, Marino Lejarreta ,... Todos ellos habían tratado de «secar» al campeón francés desde la primera salida.

Sin embargo, aquella 17ª etapa, con Julián Gorospe al frente de la clasificación, el ciclista francés se sacudió el agobio y atacó, ayudado por un joven Laurent Fignon , en las primeras rampas de la jornada. A pesar de que en un primer momento consiguieron resistir la mayoría de favoritos, en la línea de meta las diferencias fueron abismales. Hinault alzaba los brazos, tras imponerse a sus compañeros de escapada, Belda y Lejarreta . Por detrás, hubo que esperar más de 20 minutos para ver la llegada de Gorospe , quien ese día, perdió cualquier opción de podio.

En 1985, el ciclista segoviano llegó a la Vuelta con el único objetivo de subir a lo más alto del cajón. Todo iba sobre ruedas, hasta que una mala tarde en Alto Campoo hizo que tuviera que ceder un liderato que había ganado el día anterior exhibiéndose en los Lagos de Covadonga . Varios días después, todas las quinielas colocaban como vencedor al escocés Robert Millar , quien se erigía como un sólido líder aventajando al español en 6' 13'' minutos. Así se llegó a la penúltima etapa por la Sierra Madrileña. Muy cerca de su tierra natal, Perico saltó del grupo principal realizando un descenso suicida en Navacerrada , llegando a coronar el Alto de los Leones , con más de tres minutos sobre Millar.

Todavía quedaban 43 kilometros para la meta . Lo que en un primer momento parecía una escapada en busca del triunfo de etapa, pronto se convirtió en una fuerte apuesta por la general. El equipo del todavía líder tardó demasiado en reaccionar y a falta de 30 km. la ventaja ya marchaba en torno a 5 minutos. De ahí al final Perico apretó los dientes hasta el último metro. En meta, los minutos caían como losas para un Millar que finalmente llegó a 6' 50''. Por tan solo 36 segundos el segoviano se convertía en el nuevo campeón de la Vuelta a España , delante de todos sus paisanos.

En la Vuelta a España de 2005, el ruso Denis Menchov dirigía con «mano de hierro» la carrera hasta el inicio de la decimoquinta etapa. Ese día, las duras condiciones climatológicas con las que amanecía Asturias presentaban la ocasión propicia para tender una emboscada. Desde la salida en Cangas de Onís , el equipo de Roberto Heras («Liberty») se puso a tirar imponiendo un ritmo muy violento, lo que provocó un gran corte de corredores donde se quedaron tanto el español como el líder.

En una jugada estratégica magistral, Heras aprovechó la peligrosa bajada del alto de la Colladiella para atacar desde lejos y contactar con varios de sus compañeros de equipo dando consistencia al ataque. Tras rodar muchos kilómetros a rueda de sus gregarios, el bejarano volvió a cambiar el ritmo para vencer en la estación Valgrande-Pajares. La sangre fría de Menchov le jugó una mala pasada, dejándose 5 minutos y 19 segundos , lo que provocó un vuelco en la clasificación general. A partir de ahí, el español mantendría sin apuros el maillot de líder hasta el final, proclamándose por cuarta vez ganador de la Vuelta .