Madrid acoge la llama olímpica y camina hacia 2012
El Príncipe de Asturias, que estuvo acompañado por Doña Letizia, encendió el pebetero en Madrid. En Barcelona, Miguel Induráin realizó uno de los relevos IGNACIO GIL Y EFE
Faltaban apenas cinco minutos para las once y media de la calurosa mañana del 27 de junio cuando el Príncipe de Asturias, a quien acompañaba su esposa Doña Leticia, encendió con la llama olímpica el pebetero situado bajo el arco central de la emblemática Puerta ... de Alcalá. Don Felipe había recibido de manos del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, la antorcha, cuyo último relevo lo realizó el ex futbolista Kiko Narváez, medallista olímpico en Barcelona 92 y autor del gol que dio a España el oro frente a Polonia. Junto a los Príncipes de Asturias se encontraban Su Alteza Real Doña Pilar de Borbón, miembro del Comité Olímpico Internacional y presidenta de la Federación Internacional de Hípica; el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; la presidenta regional, Esperanza Aguirre, y el presidente del Comité Olímpico Español (COE), José María Echevarría.
Doña Pilar pronunció el discurso de despedida de la llama, que viajó a Barcelona después de recorrer las calles del centro de la capital. «Recibimos hoy con emoción la llama olímpica en Madrid», dijo en su discurso la Infanta Doña Pilar, al tiempo que aseguraba que los Juegos Olímpicos de este verano en Atenas «nos dejarán sin duda muchos y valiosos recuerdos, entre los que figurará Madrid, al haber sido elegida como etapa del relevo de la antorcha» y deseaba que «los sueños y aspiraciones de los atletas españoles se hagan realidad en Grecia».
La acogida al fuego olímpico comenzó en el aeropuerto de Barajas, donde llegó a las 8,41 de la mañana procedente de Londres. Tras un corto viaje en Metro hasta el Paseo de la Castellana comenzó su recorrido por la ciudad -12.150 kilómetros- en manos de 30 relevistas, alguno de ellos medallistas olímpicos y otros clasificados para competir en Atenas, y entre la admiración y el apoyo de los madrileños. Este apoyo fue escaso a primeras horas de la mañana -debido a lo temprano de la hora y al excesivo calor, que había invitado a los ciudadanos a buscar refugio en lugares alejados del asfalto-, pero nutrido a medida que avanzaba el recorrido. El paso de la llama por los monumentos y edificios más relevantes de la ciudad estuvo adornado por demostraciones de diferentes disciplinas para resaltar la vinculación de Madrid con el deporte. Así, hubo esgrima ante el Congreso de los Diputados; tenis frente a los Nuevos Ministerios; piragüismo en las fuentes de Colón o gimnasia ante el Museo del Prado.
El primer relevista fue Manel Estiarte, capitán del equipo de waterpolo campeón olímpico. Comentó que «había sido un momento para disfrutar y poner el corazón en el recorrido». Por su parte, el gimnasta Jesús Carballo aseguró que todos hubieran querido prolongar su recorrido más allá de los 400 metros establecidos. «Me ha sabido a poco», explicó, para añadir que la experiencia fue «muy bonita». El ex jugador de baloncesto Fernando Romay, plata en Los Ángeles, se mostró muy satisfecho y emocionado por haber podido pasear la antorcha.
Por la tarde, en Barcelona
La presencia del fuego olímpico en Madrid, ciudad candidata a organizar los Juegos de Verano 2012, marcó un hito en esa aspiración aunque ayer no se podía hacer publicidad de la candidatura. El alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, se mostró esperanzado y agradeció a los madrileños su apoyo, porque «han demostrado hoy -dijo- que tenemos no sólo capacidad para organizar los Juegos, sino corazón y voluntad de hacerlo».
Concluida la ceremonia, el fuego continuó su camino hacia Atenas bajo el lema «Pasar la llama, unir al mundo». Con sumo cuidado, un miembro de la organización recogió la llama, que voló hacia Barcelona. La ciudad, doce años después, volvió a sentirse olímpica y revivió los Juegos de 1992.
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