fútbol
Luchar contra el machismo en el deporte rey
Verónica Boquete o Larraitz Lucas rompieron barreras en sus pasos en el fútbol que todavía no están superadas
Triunfadora en la liga sueca, Verónica Boquete es una de las mejores jugadoras que tiene el fútbol femenino español. Pero nunca lo ha tenido fácil. Ser chica y tratar de hacerse un hueco en el deporte rey viene marcado por las dudas y las críticas ... de quienes no ven en sus piernas la calidad técnica necesaria para brillar sobre el campo, sino la cara en la que no puede ocultar su feminidad.
Boquete puede disfrutar de una Liga en la que se siente querida por cómo juega, con independencia de qué vestuario usa. Muchas como ella lo han conseguido, pero la mayoría han tenido que pasar ciertas dificultades para a la hora de entrenarse con normalidad. «Mientras eres pequeña a los demás niños no les importa si eres chico o chica, no hay diferencias. Pero cuando llegas a los 12-13 años, no son los niños, sino los padres los que comienzan a criticar , a llamarte "marimacho", a verte como una rara», afirma Larraitz Lucas , excapitana y baluarte de la Real Sociedad. Con 30 años, cree ver una esperanza en las nuevas generaciones y confía en que las chicas que quieran dedicarse a jugar al fútbol cuenten con el apoyo de la familia, como el que tuvo ella y que le hizo superar todas las trabas para dedicarse, y con éxito, al deporte que más le gustaba.
Desde las instituciones también se intenta solventar esta situación. El Club Atlético de Madrid ha creado la primera Escuela de Fútbol Sala dentro de la ciudad de Madrid para que las niñas de 8 a 14 años puedan jugar sin desplazarse a otros centros en los alrededores de la capital. Además, se trata de una iniciativa que cuetna con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid puesto que luchan por la integración, la no discriminación y el promoción del deporte femenino. Tan buena ha sido siempre la acogida en Navalcarnero, que José Manuel Igea , presidente del Club de Fútbol Sala del Atlético de Madrid decide intentarlo en Entrevías : «En Navalcarnero hay mucho entusiasmo y mucha naturalidad. Las niñas y los padres se involucran muchísimo , pero vimos que no existía esta posibilidad para las chicas del centro. Debían desplazarse a Alcobendas, Alcorcón... y estamos seguros de que habrá buena acogida en Entrevías».
Pasos hacia la igualdad
Aunque el objetivo de su Escuela es formar a niñas cultivando la sensibilización social sobre deportes que siempre se han considerado más masculinos que femeninos, también advierte de que las barreras se pueden romper con cierto esfuerzo de todas las partes, incluyendo los medios de comunicación, que son los que alimentan de información a la sociedad: «El ejemplo de Verónica Boquete es claro. Es una jugadora admirada y reconocida mundialmente, pero si le preguntas a cualquier persona en la calle no sabe quién es. No es visible y repercute en que la sociedad no lo mire como algo natural».
Su iniciativa intenta superar las dificultades ante las que se enfrentan las chicas a partir de los 12-13 años que quieran seguir practicando su deporte favorito y no sean admitidas en equipos de chicos. Larraitz Lucas comenzó en un equipo femenino a los 14 años, pero hay otros deportes que no sufren esta lacra. Por ejemplo, en waterpolo siempre han existido dos grupos: femenino y masculino, pero ambos compiten y se entrenan juntos . «Nos ayuda a mejorar porque ellos tienen más poetncia física y aprendemos muchísimo», cuenta Jennifer Pareja , capitana de la selección española de waterpolo que ganó la medalla de plata en sus primeros Juegos Olímpicos en Londres. «Cada semana tenemos un partido contra un equipo masculino. Por cuestiones físicas no podemos medirnos con el conjunto absoluto porque físicamente no aguantaríamos, pero sí jugamos contra otras categorías y nunca ha habido ningún problema », sentencia.
La cultura del «fútbol es para chicos» persiste en el imaginario colectivo, aunque « se enganchan cuando ven que de lo que se trata es de deporte y no de chicas o chicos -asegura Igea-». No obstante, se dan pasos para desterrar esa idea. Lucas, Igea, Boquete, Pareja son buenos ejemplos a seguir.
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