Joel Álvarez, en la «Fight Island» de UFC: «Es histórico, el día de mañana podré contar que he peleado aquí»

El trabajo constante y estar alerta, como el león que acecha a su presa, han sido sus aliados a la hora de poder cerrar este histórico pleito. Porque la sombra de UFC es muy alargada y un tono de llamada entrante puede significar que ha llegado la hora . Por ello, es importante mantener una condición física óptima. «Nos avisaron con cinco semanas de antelación y ha sido un campamento corto, pero intenso. Creo que hemos trabajado bastante bien porque tampoco nos ha pillado de cero. Cuando llegó la noticia de la pelea ya estábamos activos . La condición física la he trabajado bien y en la parte técnica ha venido Enrique «Wasabi» a entrenar conmigo a Gijón. Dentro de lo que son cinco semanas, que es poco tiempo, llego bien preparado», relata Joel Álvarez (16-2) a ABC al otro lado del teléfono en su primera parada camino de la «isla de la lucha».

La «Fight Island» , el invento del mandamás de la compañía de las tres letras, promete ser un éxito sin precedentes. Pero en un contexto de pandemia, cualquier error podría pagarse muy caro. Por ello, están aplicando un protocolo estricto a todos sus atletas , incluidos sus equipos. «Estoy en Londres ahora mismo pasando una pequeña cuarentena y el viernes viajamos para Abu Dhabi, a ver cómo es aquello, seguro que es lo máximo. Estoy muy contento», cuenta exultante el asturiano. La tarea preparatoria más ruda ya está realizada, ahora toca cumplir con la báscula, una batalla que, en ocasiones, puede resultar más ardua que la propia pelea. «Cuando me llamaron, estaba en 85 kilos y tengo que llegar al peso ligero, que son 70 . Lo he llevado bien, mejor que otras veces incluso. Me he cuidado un poco más, he cambiado algunos detalles y me noto mejor físicamente, me encuentro fuerte. Queda el recorte de agua que es lo feo de hacer, pero estoy bien», asegura Joel Álvarez.

A su lado estarán su entrenador principal Borja Álvarez y el exluchador de UFC Enrique «Wasabi», compañero de batallas y amigo del asturiano. En la otra esquina, se presentará un irlandés de mucho nombre, pues venció a la superestrella de este deporte, Conor McGregor, hace diez años en Cage Warriors. El combate está bien trazado, pues «El Fenómeno» tiene mucho que ganar contra un Joe Duffy (16-4) que llega con el orgullo tocado tras encadenar dos derrotas en UFC. «Va a ser una buena pelea. Es un luchador experimentado y es muy duro. Los dos tenemos buen juego de suelo y un buen nivel de striking. Creo que ambos daremos un buen espectáculo. Él juega con la experiencia y yo juego con el hambre . Los dos llevamos parados desde el 2019 y venimos de un parón por el coronavirus. Es una pelea pareja en cuanto a las condiciones, luego cada uno tendrá su plan de juego», desgrana el de Gijón. Duffy cuenta con un jiu-jitsu muy depurado y con unas manos temibles. De hecho, dejó su carrera en las artes marciales mixtas de lado, entre 2011 y 2014, para emprender su trayectoria como boxeador profesional, donde logró siete victorias y no conoció la derrota.

Con todo, formar parte de uno de los cuatro eventos inéditos que se realizarán en la isla de Yas, en Emiratos Árabes Unidos, es ya un triunfo. El de Joel será el tercero, en una maratón de combates que se podrán disfrutar a través de DAZN y que comienzan este sábado con el UFC 251, donde se pondrán tres títulos en juego (Kamaru Usman vs Jorge Masvidal; Alexander Volkanovski vs Max Holloway y José Aldo vs Petr Yan). «Pelear en la Fight Island es algo histórico, es una pasada. Estoy muy ilusionado porque no es algo normal, no creo que se vuelva a repetir. Tener esta oportunidad es increíble, porque el día de mañana podré decir que he peleado en la Fight Island y no creo que mucha gente pueda decirlo », apunta «El Fenómeno». Aún así, como reza el dicho, lo difícil no es llegar –que también–, sino mantenerse. El asturiano está ante una oportunidad de oro para establecerse en la categoría del peso ligero de la mayor competición mundial de MMA. Una victoria le ayudaría a consolidarse y le daría oxígeno de cara a futuras peleas, en una de las divisiones más competitivas de la compañía. España estará pegada a la pantalla, observando cada movimiento y empujando en cada golpe. Es un momento único para el crecimiento de este deporte en nuestro país.