El jefe defiende a McLaren
JOSÉ CARLOS J. CARABIAS
MANAMA (BAHREIN). Lewis Hamilton se declaró feliz por su cuarto puesto en Bahrein después de un aciago comienzo de temporada y en McLaren secundaron la opinión del actual campeón del mundo: «Estoy encantado, porque Button era mucho más veloz en las ... curvas rápidas». El día después, en McLaren casi nadie quiso hablar del juicio al que será sometida la escudería mañana en París por el «caso de las mentiras de Australia». Whitmarsh, el nuevo hombre fuerte, ha enviado una carta a la Federación Internacional (FIA) pidiendo clemencia y hay signos de que ha surtido efecto. Bernie Ecclestone, el dueño del negocio, ha intercedido a favor del equipo británico.
Cada vez hay más síntomas de que la FIA no castigará con dureza a McLaren o a Hamilton por mentir a los comisarios en una maniobra con Jarno Trulli en Melbourne, que le costó la descalificación al piloto estrella. Este fin de semana, en el desierto de Bahrein, Bernie Ecclestone ha recomendado al Consejo Mundial de la FIA -del que él es miembro- una sanción suave para McLaren.
Hace un año y medio, y por aquel suceso de espionaje a Ferrari en el que los correos electrónicos de Alonso tuvieron mucho que decir, la FIA multó a McLaren con 72 millones, una factura sin precedentes en la Fórmula 1.
Las especulaciones se habían desatado hasta tal punto que hasta se hablaba de una sanción dura para Hamilton -dos o tres carreras-, lo que daría una oportunidad a De la Rosa de pilotar en Montmeló. Opción en la que casi nadie cree. Y más después de la sugerencia de Ecclestone, que se apoya en otra amenaza, la de Mercedes, socio de McLaren.
El presidente de Daimler AG (el holding en el que se integra Mercedes y que posee el 30% de las acciones de la escudería británica), Dieter Zetsche, consideró este fin de semana en Sakhir la posibilidad de abandonar la Fórmula 1 si la FIA castiga al equipo McLaren.
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