Guía básica para entender el Mayweather-McGregor

La pelea se desarrollará en la modalidad de boxeo, donde el estadounidense ha desarrolado toda su carrera con un total de 49 victorias y ninguna derrota. Mayweather, que es considerado uno de los mejores púgiles de la historia, regresa del retiro tras haber colgado los guantes en septiembre de 2015, y se subirá al ring con 40 años en su espalda. Por su parte, McGregor ha vivido sus días como deportista profesional en las artes marciales mixtas y ostenta un récord de 21 victorias y 3 derrotas. Es el actual campeón de la UFC en el peso ligero y excampeón del peso pluma. Recorrerá los pasillos del estadio camino de la batalla con 29 años y será su debut como profesional en esta disciplina.

Pese a que cuando se estaba fraguando el combate, se llegó a especular con que podía ser en artes marciales mixtas, finalmente el irlandés cedió y se llevará a cabo con las normas de boxeo. Ambos luchadores tendrán aguantar 12 asaltos de 3 minutos para llegar a la decisión de los jueces si es que no hay un KO antes de la campana final. Mientras que Mayweather está acostumbrado a que sus combates duren 36 minutos, McGregor lo máximo que ha estado intercambiando golpes han sido 25 minutos, pues en su deporte el máximo son 5 rounds de 5 minutos. La pequeña diferencia que podría al irlandés es que, a diferencia de la normal general que indica que los guantes han de ser de 10 onzas, esta vez ambos peleadores han aceptado que sean de 8 onzas, por lo que los golpes se harán sentir con más fuerza en sus rostros. Por otra parte, ya hay árbitro decidido: Robert Byrd. Y los jueces serán: Guido Cavalleri, Burt Clements y Dave Moretti.

La envergadura de McGregor es mayor que la de Mayweather. Sin embargo, la diferencia no es determinante en este caso. La pelea está pactada en las 154 libras (unos 70 kilos). El irlandés es el actual campeón de este peso en la UFC. La diferencia llega a la hora de medir a ambos luchadores, pues McGregor le saca dos centímetros que pueden ser vitales a la hora de entrar en el intercambio de cuero.

Pese a que no hay trascendido la cantidad exacta que Mayweather se llevará para sus bolsillos, es sabido que su cantidad podría triplicar la de McGregor (100 millones de dólares). A esto habría que sumar los ingresos por la generación de patrocinadores, venta de entradas, venta de pago por visión y el merchandising. Pero no solo eso, ambos luchadores han querido ser promotores junto a la UFC del combate y tanto «Mayweather Promotions» como «McGregor Sports and Entertainment» estarán presentes en el reparto de beneficios, haciendo muy complicado calcular el montante final de ambas mega estrellas.

Es obvio que detrás de todo el espectáculo que se ha montado para celebrar este combate, hay un objetivo muy claro: el dinero. No obstante, hay otras metas secundarias en esta esperada batalla. Mayweather podría alcanzar las 50 victorias invicto, superando a Rocky Marciano y rompiendo todos los registros. Por su parte, McGregor, que tiene mucho que ganar y poco que perder, podría dar una campanada histórica y convertirse en el primer púgil en derrotar al estadounidense siendo, además, su primer combate como profesional, por lo que podría encumbrarse y escribir su nombre en la eternidad.

El boxeador nacido en Michigan (EE.UU.) parte como claro favorito pese a regresar del retiro. Su elástico estilo basado en la máxima de «tocar y no ser tocado» no ha tenido parangón y es considerado el mejor púgil defensivo de la historia. En su contra, no tiene una pegada noqueadora. Por su parte, el dublinés goza de un contragolpe exquisito, además de una precisión de pegada en sus manos que, si impactase el mentón de su rival, podría ponerle en serios problemas. En su contra, no tiene experiencia profesional aunque poca gente es consciente de que lleva boxeando desde que era un adolescente.

El apartado que más morbo ha generado es el de la lucha psicológica, puesto que ambos son unos expertos «bocazas», expertos en minar la moral de sus rivales, tanto dentro como fuera del cuadrilátero y el octógono, respectivamente. En su gira de ruedas de prensa ya se comprobó la dura batalla dialéctica que llevaron a cabo y que, probablemente, se apuntó el irlandés. Sin embago, dentro del ring todo será diferente, y es una incógnita la estrategia y el juego psicológico que desarrollarán los dos participantes a la velada más esperada del año.