Bea González: el talento más precoz del pádel

«Empezar en Málaga es una motivación extra en un año que tiene que ser especial para mí. Voy a jugar con Marta (Ortega) y tengo muchas ganas de hacerlo bien. Sé que mi carrera ha ido veloz. Han sido años intensos en los que he subido escalones muy rápido. Tanto, que hay veces que no me doy cuenta de dónde estoy hasta que no lo pienso fríamente. Miro cinco años atrás, cuando comencé en el WPT, y era una niña cargada de miedos y ahora estoy aquí, a punto de comenzar la temporada más apasionante de mi vida», reconoce González a ABC a una semana de su estreno junto a Ortega.

El reto sería mayúsculo para cualquier otra, pero no para esta malagueña acostumbrada a quemar etapas a alta velocidad. Campeona de España a los trece años; del mundo por selecciones, a los 14 ; y la más joven en debutar en el circuito profesional allá por 2016. Estreno que le queda ya lejos, pero que le sirve como pilar para afrontar los retos más cercanos. «Tengo mucha ilusión puesta en la temporada que comienza. Es un año con objetivos exigentes, pero lo veo como algo positivo. La exigencia siempre me ha ayudado a concentrarme más», explica la andaluza, acostumbrada a vivir bajo presión.

Los que mejor la conocen la definen como una jugadora muy madura, que se adapta muy bien a las circunstancias y que es un animal competitivo. ADN ganador, pues por sus venas corre sangre de campeón. Su abuelo -Antonio González «Chuzo»-, futbolista en la década de los 60 , jugó en la selección española, el Málaga y el Atlético de Madrid, camiseta con la que ganó la Recopa del 62 y dos Copas del Generalísimo. «Yo me he rebelado un poco, porque soy más del Barcelona», confiesa entre risas González, cuyo discurso sensato y alegre contrasta con su juventud.

Lejos quedan los años en los que le gustaba coleccionar los cromos de sus ídolos futbolísticos . Hace tiempo que se centró en el pádel, donde encontró su pasión. Esa que derrocha en las pistas y que llamó la atención de la número uno a finales de la pasada temporada. «Quería un proyecto joven. Una pareja que tuviera ganas e ilusión. Con mucha pasión. En ese sentido, pensé que Bea podía ser una pareja que se acercara mucho a eso y creo que ya durante la pretemporada he visto todo eso reflejado en ella. Hemos trabajado muy duro, pero tenemos ganas ya de comenzar la competición para ver si ese trabajo ha sido en la línea correcta», afirma Marta Ortega, cuya llamada pilló a Bea totalmente desprevenida.

Para conocerse mejor y entrenar casi a diario, González se ha trasladado a Madrid, donde se ejercita en el Centro de Alto Rendimiento de StarVie . Un lugar pionero en el mundo del pádel, dirigido por el seleccionador Juanjo Gutiérrez, y que aglutina ya a varias de las mejores palas del circuito.

Bea, por ahora, vive en la residencia de la Universidad Camilo José Cela, lo que le ha hecho algo más llevadera su nueva vida. «Lo llevo bien, y eso que ha sido un cambio radical. Al menos, hace una semana me saqué el carnet de conducir y ya no tengo que ir a entrenar en autobús», explica la malagueña, que echa de menos comer el «pescaíto frito» de su ciudad . Algo que hará, a modo de premio, si le van bien las cosas en el Master de Marbella, primera cita para medir su talento precoz.