El hipódromo de Kenilworth, situado en Ciudad del Cabo, asistió el pasado martes al triunfo de un caballo aclamado por su desempeño en una competición tan añeja como las carreras de caballos. Hasta aquí, el asunto no tiene mayor trascendencia más allá del fervor con ... el que los devotos de esta disciplina la cultiven en la mencionada localidad sudafricana.
La historia gana fuerza lejos de sus tierras, concretamente en España, cuando se aprecia que el nombre del animal no es otro que General Franco. La web especializada 'goldcircle' titulaba así su crónica de la carrera: «General Franco impresiona en su debut».
El asunto podría coger vuelo de tomar cartas en el asunto los organismos oficiales de la hípica española, amenazada su imagen como está por una circunstancia que a miles de kilómetros podría parecer baladí. Los 255.000 euros que costó cuando acababa de nacer hacen de su nombre un tema secundario para Nancy Hossak y Jack Mitchell, los propietarios de la cuadra en la que vive el caballo.
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