El desorbitado precio de las entradas de la Super Bowl

Hasta el momento, en StubHub las entradas se han vendido en un rango que va de los 1.390 a los 14.312 euros , y las más económicas disponibles hasta el momento están en 1.948 euros. El precio de las entradas más bajas ha presentado una reducción del 25% tan solo en la última semana, una tendencia que probablemente se mantendrá, al aumentar la cantidad de tickets disponibles en el sistema.

Estos datos son significativamente más económicos que los de la edición del año pasado y considerada una de las más costosas, con entradas que llegaron a venderse hasta por 25.953 euros. La entrada promedio también se ha vendido más barata, alrededor de los 3.974 euros , 14% por debajo del precio medio actualizado para este mismo momento del 2016.

Las ventas internacionales, como era de esperar, han venido principalmente de México y Canadá, países fronterizos con Estados Unidos que agrupan el 6,5% de las ventas totales .

En Estados Unidos, la Super Bowl es una industria en sí misma que logra mover gran cantidad de dinero, gracias a los ingresos generados por la venta de entradas, los patrocinios publicitarios y el despliegue mediático que antecede al famoso espectáculo del medio tiempo, que siempre cuenta con la exhibición de artistas de primera línea.

En el contexto europeo, quizás su único equivalente sería la final de la Champions League, que el año pasado se disputó en Milán y le dio al Real Madrid su undécima victoria. Sin embargo, comparando los números podemos observar que, a pesar de que las ventas para el Super Bowl aún no se han cerrado, ya los precios de las entradas para este evento se han cotizado por encima de los precios de la final del encuentro europeo.

Queda sólo esperar si el evento que se disputará este año en el estadio NRG de Houston, Texas, logrará batir su récord del año pasado, cuando se obtuvieron ganancias de 580 millones de euros y más de 100 millones de espectadores en todo el mundo.

La expectativa también recae en el mariscal de campo Tom Brady y el entrenador Bill Belichick, quienes deberán demostrar si son capaces de lograr que los Patriots consigan su quinto título.