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GOLF - PGA CHAMPI0NSHIP

Una cabeza rota, una bola pisada y 67 golpes

Jon Rahm vivió todo tipo de peripecias en una ronda que se suspendió por la lluvia

El espectador al que golpeó la bola de Jon Rahm se tomó con buen humor el incidente J. M. CORTIZAS

MIGUEL ÁNGEL BARBERO

El tiempo volvió a ser el protagonista una vez más en el PGA Championship . Si en las jornadas previas lo había sido por el excesivo calor y la gran humedad con la que se tenía que cuidar el campo, ayer lo fue por la ... lluvia. A las tres y media de la tarde (hora local) se oscureció el cielo como si se fuera a caer sobre las cabezas de los presentes en el precioso recorrido de Bellerive . Y aunque, a diferencia de los galos de Astérix nadie tenía miedo de los goterones que se avecinaban, la prudencia estipulada en el mundo del golf hizo que se suspendiera la jornada por prudencia. Es sabido que los rayos son los peores enemigos del golfista y, aunque no terminaron de descargar sobre el campo, cuando cesó la tormenta la escasez de luz hizo que se abandonara el juego definitivamente.

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