Merhi cumple su destino

En el programa ‘El partido de las 12’ de la COPE, el castellonense reveló cómo se enteró de la noticia, después de completar una larga negociación. “Hará 2 semanas, Manor F1 Team me llamó al móvil para comentarme la posibilidad de que me subiesen a su coche en alguna carrera. Querían contar conmigo como piloto del equipo, no sabía muy bien la función. Justamente en el vuelo de Dubai a Melbourne me envía mi madre un mensaje diciéndome que iba a correr en F1. Me he emocionado muchísimo”, señalaba notablemente emocionado. Y no le faltan motivos para estarlo. Merhi estuvo a punto de competir con Caterham a finales de la pasada temporada, pero la falta de apoyo económico le cerró las puertas del asiento que, finalmente, fue para Will Stevens, que será su compañero en Manor.

Merhi disputó tres sesiones de entrenamientos libres con el ya extinto equipo verde, pero las sensaciones que dejó fueron realmente positivas. No en vano, llamó la atención del ex piloto Mark Blundell, a día de hoy su representante, que le ha llevado al Gran Circo por el único camino que le quedaba. No obstante, no es el más fácil posible. De hecho, ni siquiera está asegurado que Manor vaya a completar toda la temporada, o que de completarla sea con Merhi como uno de sus pilotos. El propio corredor es consciente de ello, y sólo se preocupa por lo que él puede hacer. “De momento voy a ir compitiendo, veremos lo que pasa. La idea es competir en todas las carreras y veremos lo que pasa al final del día. No está muy clara la situación, es un equipo que no tiene tanto presupuesto como otros, y quizás necesiten un piloto de pago. Y yo no puedo aportar nada porque no tengo patrocinadores. Estoy contento porque hayan apostado por mí sólo por el talento”, se enorgullece el español.

No va a ser un debut fácil para él. De hecho, confiesa que sólo conoce el Albert Park de Melbourne por la videoconsola, y el viernes será su primera vez en esta pista. “Del videojuego me acuerdo que jugaba en 2010. Viendo on-boards, saldré al circuito a ver los baches, los pianos. Como ha estado toda la vida, es un circuito que creo que será fácil de aprender. Es un circuito semiurbano, nunca he competido en uno así, tengo curiosidad. En la televisión todo parece muy fácil, pero luego en el coche todo parece estrecho”, asegura.

El último año y medio de Roberto Merhi ha sido absolutamente frenético. El castellonense era uno de los canteranos de Mercedes, y acabó 2013 con una sensación ciertamente triste: sólo puntuó en tres pruebas del DTM y su futuro estaba en el aire. La marca alemana le dio la espalda, y comenzó 2014 prácticamente en el paro. Su talento estaba ahí, su calidad, sobre todo en agua, había quedado más que comprobada en temporadas previas, pero la ausencia de un patrocinador fuerte o el apoyo de una gran marca le habían dejado a las puertas de hacer algo grande. La historia de siempre en el automovilismo actual: no money, no party.

Sin embargo, se le abrió la puerta del equipo Zeta Corse de las World Series by Renault. Carlos Sainz partía como el gran favorito, presionado por Red Bull para conseguir un resultado que argumentara su salto a la Fórmula 1, pero para Merhi era mucho más: tenía que demostrar que el tren no se le había pasado y que podía llamar la atención de los más grandes. Su título de la Formula 3 Euro Series en 2011 quedaba muy lejos, y ya eran muchos los que le tenían en mente, pero aún tenía que brillar en una de las competiciones de moda en las llamadas ‘fórmulas de promoción’. En la primera carrera de las World Series, un segundo puesto. Pintaba bien. Pero después encadenó seis resultados francamente malos, con dos sextos puestos como máximo éxito. El cuarto puesto en la primera carrera de Moscú y la victoria en la segunda le dieron alas. Sainz recibía la noticia de que su asiento se lo quedaba Max Verstappen, justo cuando Merhi empezaba a apuntar hacia arriba.

Ahí le llegó la primera oportunidad en la Fórmula 1 en forma de llamada de Caterham. El equipo malayo vivió un vodevil de cambios de jefe, amenazas judiciales, movimientos de despacho ciertamente turbios y un río revuelto que sirvió a un piloto bien veterano como André Lotterer para debutar en Fórmula 1 por una carrera, la de Spa. Previo pago, claro. En los siguientes entrenamientos libres, los del Gran Premio de Italia, se produjo el debut de Merhi. Prácticamente sin tiempo para prepararse, el valenciano brilló con una solvencia inusitada en los primeros libres disputados en Monza. Su nombre empezó a sonar con fuerza para competir bajo el agua de Suzuka, su especialidad. Pero todo se quedó en otros libres. Con los siguientes de Rusia ya pocos pensaban que le iban a dar el asiento para las últimas pruebas, y por si fuera poco, se metió el maletín de Stevens de por medio. El 2014 se acababa, Merhi había quedado tercero en las World Series y no tenía muchas expectativas de futuro.

Pons le dio la oportunidad de volver a las World Series. Merhi se montó en el monoplaza para rodar en Jerez y todo apuntaba a un año en esta categoría, de nuevo, pero la llamada de Manor le reabrió la puerta de la Fórmula 1. No iba a dejarlo pasar. Si las circunstancias se lo permiten, podrá reeditar los duelos con su viejo amigo y rival Carlos Sainz, y competir junto al madrileño y a Fernando Alonso den una temporada que ha ganado un aliciente más para el público español. No podía ser de otra manera: estaba destinado que su talento no podía quedarse fuera de la Fórmula 1.

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