Contador sella la Vuelta en Ancares

Sonrió, algo tímido, Alejandro Valverde, que en la Vuelta disfrutará otra vez ( la sexta en su carrera, nada menos) de un podio que siempre le niega el Tour. En su lucha cedió con Froome pero ganó a Purito Rodríguez, que terminó vacío Ancares en su intento por subirse al podio –a lo que fuera: la etapa hoy o el tercer puesto de la general mañana–, pensando ya en un Mundial de Ponferrada en el que quizás se pueda vengar del murciano aunque compartan equipo.

Justo detrás, el cuerpo más pequeño, el de Fabio Aru , que mira al futuro con ilusión porque es el más joven de todos con mucha diferencia. Los cinco mejores de la Vuelta fueron, por el mismo orden y en solitario, los cinco mejores de Ancares, la subida a ratos pelada de árboles, que hoy también peló la carrera. [ Clasificación general de la Vuelta a España ]

Contador remató la carrera a la vez que a Froome, en el último kilómetro de Ancares. Hay líderes y líderes: algunos, como Indurain, eran magnánimos con sus rivales y, si no veían necesidad, les dejaban las migas que ellos no se comían, sobre todo las victorias de etapa. Otros lo quieren todo para ellos, y el caso más famoso es el de Merckx.

El líder de la Vuelta ha tenido momentos para todos los gustos –era, por ejemplo, generoso con los Schleck cuando dominaba el Tour–, pero en esta carrera ha sido «merckxiano». En La Farrapona y hoy, dos etapas con guión muy similar, Contador dejó a Froome en el último kilómetro, después de que el africano estuviera en toda la subida intentando soltarle.

Froome fue valiente, atacó un par de veces en Ancares y su equipo tomó la iniciativa de la única forma que sabe, tirando para desgastar a sus rivales, sin más artificios estratégicos. Ni a él ni al Sky les dio para ganar la Vuelta porque fueron inferiores a Contador por primera vez desde que son los amos del ciclismo mundial (los últimos dos años y medio). Solo en 2012 Froome perdió con Contador, pero venía con el desgaste del Tour y sin ambiciones en la general.

Por detrás de ellos, Alejandro Valverde, que ha cosechado una Vuelta más que buena, tan parecida a las que ha hecho siempre, que solo se puede pensar en que en el Mundial, su gran espina clavada, volverá a perder de una forma inimaginable.

Sufrió en Ancares el murciano por el ataque de Purito Rodríguez, que se fue, eléctrico, en la parte inicial de la subida. Un buen impulso del catalán, muy difícil de sostener en el tiempo para un ciclista como él, que va a golpes antes que a ritmo. Llegó a tener casi medio minuto de ventaja mientras Valverde tiraba, pero cuando Froome empezó sus intentos de ganar la Vuelta, su ventaja terminó.

Valverde también sufrió con el empujón de Froome, pero supo regularse mejor que Purito para asegurar el tercer puesto de la general. El catalán, impotente en la parte final ante los dos mejores, también cedió, y cuando Valverde llegó a su altura, no quiso compartir un segundo con él: el de Movistar pegó un arreón para hundir a su adversario, que mañana (en el Mundial) será, o debería ser, su gregario.

Por delante, Contador daba el último balazo a una Vuelta a España que no iba a correr. Mañana, en la pequeña contrarreloj final de Santiago de Compostela, donde apenas habrá nada en juego, se embolsará su tercera victoria en la carrera española (récord histórico de la prueba), una que significa algo más: es su vuelta, mucho tiempo después, al reinado de las grandes vueltas.