McIlroy, el nuevo tigre blanco

Rory ha alcanzado su cuarto grande con 25 años y 3 meses, lo que le equipara en precocidad a Jack (25 y 2 cuando ganó el Masters de 1965) y Tiger (24 y 6 en el Open Británico de 2000). Es decir, que sus logros se pueden medir fehacientemente y no se trata de especulaciones al calor de una temporada mágica. «Es el mejor, el número uno del mundo y en estos momentos es imbatible», reconoció Henrik Stenson, tercero el domingo en Valhalla a dos golpes del de Belfast. «Tiene una confianza enorme y es capaz de recuperarse de los fallos como si nada; hay que quitarse el sombrero y reconocerle el mérito que tiene».

Estas sinceras palabras vienen del ganador de las listas de los circuitos Europeo y Americano de 2013 y futuro compañero de viaje en la Ryder Cup del mes que viene en Escocia. Y lo que el sueco destaca a la perfección es la fortaleza mental de este chaval acostumbrado a la presión desde pequeño y a tener que solventar los problemas según llegan. Como los que le trajeron de cabeza hace tres meses, que le obligaron a cancelar su boda su Caroline Wozniacki. Más, desde que decidió dar el paso adelante y hacerlo público en la rueda de prensa previa al BMW PGA de Wentworth, se quitó un peso de encima y comenzó a funcionar.

Ganó el torneo esa misma semana y ahora ha encadenado tres éxitos consecutivos: British, Bridgestone Invitational y PGA. Se ha puesto al mando de las listas mundial, americana y europea y ya no deja dudas sobre su capacidad de reacción. «Esta victoria significa mucho para mí porque he demostrado que también sé ganar viniendo desde atrás», comentó con orgullo al final puesto que sus tres «majors» anteriores los había conseguido con rentas de 8, 8 y 2 golpes de diferencia sobre el segundo.

En el conjunto de sus cuatro grandes ha vencido 19 golpes de diferencia (por 36 de Woods). Y eso que en la última jornada no comenzó bien en Valhalla y con dos «bogeys» en los seis primeros hoyos abrió la puerta a un quinteto de hombres en cabeza. En un momento dado llegó a ir tres golpes por detrás, pero rebajó uno en el 7 y, con un «eagle» magnífico en el 10, volvió a la carga. En esos momentos Rickie Fowler era líder en solitario, pero el europeo se encargó de bajarle del pedestal con otros dos «birdies» en el 13 y 17 para dejar sentenciado el torneo. Sólo Mickelson se quedó a un golpe de alcanzarle. Desde que lo hizo Padraig Harrington en 2008 nadie enlazaba los dos últimos «majors» del año.

McIlroy sabe dejar al margen sus asuntos extradeportivos (ahora mismo está en juicios con su agente por una comisión de 50 millones de dólares de su contrato con Nike) y centrarse en el campo de golf al cien por ciento. Tanto, que Nicklaus ha declarado que «puede ganar 15 o 20 grandes en su carrera». Esto significa que a partir de ahora habrá que estar más atentos a los que va sumando Rory que a los cuatro que aún le quedan a Tiger para alcanzar al propio Jack.