Froome y Contador sufren en Alpe d'Huez

La etapa arrancó salvaje, con movimiento de Movistar y Saxo-Tinkoff en las primeras rampas del Col de Manse, el puerto de segunda en el que Contador y Froome se cayeron el martes. Por un momento, Froome se quedó solo y salía a los ataques de cualquiera en primera persona. La emoción no duró mucho porque tras Manse el terreno llaneaba y no daba lugar a ataques. Se formó la fuga de la jornada y Sky recuperó la calma y el control.

Saxo, dirigido por un megalómano como Bjarne Riis , mandó a dos peones (Paulinho y Roche) por delante. El movimiento salió mal –les cogieron antes de la primera subida a Alpe d'Huez– y eso pareció frenar sus ansias de sangre, porque en el primer paso por las 21 revueltas todos respetaron la marcheta del Sky. Los 25 ciclistas que formaban el pelotón tras l'Alpe y Sarenne se enfrentaron al temido descenso hasta Bourg d'Oisans, un lugar tan señalado en rojo para atacar al líder que Alberto Contador , con Roman Kreuziger bajo el brazo, lo probó.

No consiguieron más que unos 20 segundos de ventaja con el movimiento y terminaron por claudicar antes de gastar más fuerzas. Se pensaba que lo tenían que intentar antes, pero Contador dio la clave a posteriori: «Iba muerto durante toda la etapa». El ciclismo se ve mucho más fácil de lo que se pedalea. En Alpe d'Huez, a más de diez kilómetros de meta, Froome atacó dos veces. Contador siguió la primera y se descolgó en la segunda . Iba tan mal el español que le salieron hasta ojeras en el acto.

El maillot amarillo formó así un trío con Joaquim 'Purito' Rodríguez y Nairo Quintana . Los ataques del dúo de habla hispana no encontraban, en cambio, la respuesta habitualmente tajante de Froome. Richie Porte se incorporó a este grupo para ayudar al keniata, tan justo de fuerzas en ese momento que tuvo que gritarle al pinganillo para que el australiano bajase el ritmo. Apenas un kilómetro después, Froome levantó la mano para llamar la atención del coche. Porte se descolgó, recogió lo que parecía un gel energético y se lo dio a su líder, al mismo tiempo que Nairo Quintana le dejaba de rueda. Ahí ya era oficial: Chris Froome estaba teniendo una crisis.

Una crisis que no pone en peligro su maillot amarillo, pero una crisis al fin y al cabo. Quintana y Purito le consiguieron meter hasta un minuto de diferencia a él y otro más a Contador, que mantiene el segundo puesto en la general . Ese es su techo en este Tour. Y por detrás llegan Nairo, el escalador más brillante tras Froome, y Purito, el tapado de la última semana, con dos etapas de montaña por delante.

En la guerra paralela por la etapa, triunfó la mezcla de épica y 'savoir faire' de Riblon . Él, Moreno Moser y Tejay Van Garderen coronaron las 21 revueltas en cabeza por primera vez, como únicos supervivientes de la fuga de la jornada. En el descenso cambió todo para que no cambiara nada: Van Garderen cambió de bici, Riblon se salió en una curva y pese a todo los tres llegaron juntos otra vez a la base de Alpe d'Huez. Moser se descolgó pronto y el joven Van Garderen atacó lejos y se quedó solo. Riblon, veterano –ganó en Ax 3 Domaines tras fuga también en 2010–, esperó su momento. Éste llegó cuando a Van Garderen las piernas se le convirtieron en bloques de cemento a 3 kilómetros de meta. El francés recortó, remontó y le dejó tirado a 2.000 metros del final. Quizá los 2.000 metros de su vida , entre la marea humana que jaleaba por primera vez en este Tour una victoria francesa.

Pese a su primer día malo, Chris Froome está más cerca de París . Quedan dos días de guerra por los Alpes pero tiene cinco minutos de ventaja sobre Contador , el más guerrero de sus rivales, que ha cedido un minuto o más con él en todas las etapas de montaña. La lucha está más pareja con Nairo Quintana, que estaría acechando a Froome en la general si no contásemos las dos cronos, pero con 23 años y en su primer Tour el podio parece un premio suficiente. Sólo hay 47 segundos de diferencia entre Contador –segundo– y Purito –quinto–, así que en cualquier caso todavía esperan dos días de ataques. ¿Se atreverán Quintana y Movistar a jugar a lo grande mañana en el Glandon y la Madeleine ? ¿Tendrá Contador la fe y las piernas para el último ataque por la gloria?