Todos los hombres del matador

Evidentemente, la trama de la extraordinaria película —el descubrimiento de dos periodistas del «Caso Whatergate» de la Casa Blanca y que podría servir de guión para los ERE andaluces— no tiene nada que ver con lo acontecido ayer en el ruedo maestrante. Sin embargo, es justo y necesario —como ya hicimos el pasado año por estas calendas—, ponderar una vez más, y las que hagan falta, el inmenso trabajo que realizan José Antonio Barroso, Pedro Morales «Chocolate», Curro Javier, Juan José Trujillo y Luis Blázquez . Todos, junto a su matador, tienen ya un azulejo en los corrales de la plaza de toros de la Maestranza. Todos, ayer, volvieron a ofrecer unos tercios que quedan para el recuerdo y en los anales de este coso más que bicentenario.

José Antonio Barroso dio una lección de cómo hay que picar a un toro; cómo se le cita, se le levanta el palo y se coge; la réplica se la dio, en el quinto de la tarde, su compañero Pedro Morales «Chocolate», picando de igual manera. Vamos, que el premio al mejor puyazo de la Feria debe ser ex aequo para estos dos «monstruos» en un tiempo en el que vemos pulular por las plazas gente que se hace llamar picadores de toros (¿?) y que, a mí que me registren, no sé quién o quiénes le han podido dar el carné de profesionales.

Y si escribimos de la terna de plata más extraordinaria en los últimos años, nos falta espacio para alabar su quehacer. Curro Javier — vaya los dos pares que le puso al quinto , que se vino galopando con aviesas intenciones— y Juan José Trujillo, lo mismo da que tomen los palitroques que mezcan el capote para colocar en suerte al toro para que sus compañeros banderilleen. Y ese tercero de lujo que es Luis Blázquez, hombre que no le va a a la zaga, para nada, a sus otros dos colegas de cuadrilla.

Cinco hombres, cinco, que glorifican cada tarde el escalafón de los de plata y que están a la altura de los más grandes que ha dado la Tauromaquia. Y como todo en la vida, será cuando ya disfruten de su merecido retiro cuando sus nombres se engradezcan aún más. Y lo mismo que se habla, y se seguirá haciendo, de gente mítica como Chaves Flores, El Vito, Luis González, Tito de San Bernardo ... por decir sólo unos cuantos, se hablará de Curro Javier, Juan José Trujillo y Luis Blázquez. Y de José Antonio Barroso y Pedro Morales «Chocolate».

Para ellos, que suene ese «Cielo andaluz» que tanto le gusta a su jefe de filas. Porque ellos cinco son, a qué dudarlo, todos los hombres del matador Josemari Manzanares.