San Isidro en directo: Diego Urdiales, Pablo Aguado y Francisco de Manuel, con toros del Pilar

Francisco de Manuel, final gris a una tarde a menos 
 

630 kilos de toro tiene el sexto, Meloso, un colorado ojo de perdiz muy serio, la última esperanza de la tarde. Tras un brillante tercio de banderillas, Francisco de Manuel dedica al respetable la faena. Pone todo de su parte, le da distancia y con la derecha lo cuaja en los medios. Por el izquierdo no es igual, y vuelve a derechas para remontar a base de ganas y entrega con el toro complicado. Pincha, dos avisos, con el susto del verduguillo que salta como una ballesta llegando al tendido. Final deslavazado para una una tarde que se acabó tras la lidia de los dos primeros toros.

Pablo Aguado, en blanco con el quinto
 

Niñito, un colorado ojo de perdiz de 605 kilos, es el quinto, que se arranca con alegría al caballo. Acusa poca fortaleza en sus buenas intenciones, y se apaga. A la muleta llega quedado y sin pasar. Se pone Pablo Aguado, pero cualquier signo de brillantez es imposible. Pasa un quinario con la espada. Silencio.

Sin pena ni gloria Urdiales en el cuarto
 

En cuarto lugar salta al ruedo el otro Guajiro de la tarde, un castaño de 544 kilos con cinco años camino de los seis. Lo brinda Urdiales al público y se luce toreando por el pitón derecho. Sin embargo el del Pilar anda justo de celo y sale desentendido de la muleta en un intento constante de rajarse. Lo intenta también por el izquierdo y el toro ya no quería saber nada. Estocada corta. Silencio

Francisco de Manuel encorajinado tras un volteretón
 

El tercero, Sonajerillo, con 515 kilos, se fue para los corrales por su poca fuerza. En su lugar saltó a la arena el primer sobrero, Dudeto, castaño, también de la ganadería del Pilar. Pierde las manos a la salida del primer puyazo y pañuelo verde, que lo manda para atrás.

El tercero tris es Chorlito, el segundo sobrero de la ganadería del Conde de Mayalde, al que recibe Francisco de Manuel con una larga de rodillas para seguir por verónicas y chicuelinas.
Comienza la faena de rodillas y es alcanzado de lleno a la altura del pecho lanzándolo al aire y buscándolo con saña ya en el suelo. Milagrosamente parece que no va herido y vuelve a la cara del toro desafiante. Se queda corto y busca de Mayalde y le planta cara con valor en una faena encorajinada por uno y otro pitón. Estocada a ley. Aviso y hay petición de oreja. Vuelta al ruedo.

Recital de Pablo Aguado con el capote

Pablo Aguado toreó despacioso, con cadencia y ritmo, al recibir con el capote al primero. El toro, Guajiro, con menos volumen que el anterior, y buen aire en sus embestidas. Siguió a la verónica en un primer quite rematado con una media superior. Y en la réplica a Francisco de Manuel, que fue todo de suma lentitud.
Y con ese temple lo recibió con la muleta. Todo inmerso en la naturalidad. Así hasta mediada la faena con el torero colocado al hilo, con las lógicas protestas. Sin acabar de aprovechar al buen toro del Pilar. Pinchazo y estocada corta. Ovación.

Urdiales y Aguado, competencia a la verónica en quites
 

Imponente Dulcero, un castaño de 600 kilos al que Diego Urdiales toreó con sentimiento a la verónica en un cadencioso quite aprovechando el buen pitón derecho del toro. Aprovecha su turno Pablo Aguado por el mismo palo y el mismo pitón, y le da la réplica Urdiales con templada elegancia. Buen tercio de quites, que hacía falta en la Feria.

Comienza la faena asentado con la mano derecha cuando el toro hay que medirlo por sus fuerzas justas. Se va quedando corto y se amontonan toro y torero. Estocada. Ovación.

Los toreros ya en el ruedo, comienza el paseíllo

Los tendidos presentan un magnífico aspecto, con un lleno casi total. Hay expectación por el cartel con tres diestros que han llegado con tiempo a Las Ventas. En la sala de toreros y en patio de cuadrillas se han liado el capote de paseo cuando suenan clarines y timbales y los alguacilillos ya esperan en el ruedo a la terna. Diego Urdiales, de Rioja y oro; Pablo Aguado, de lila y oro, y Francisco de Manuel, de grosella y oro. Comienza el paseíllo.

Tarde con nubes y la esperanza de una tormenta de buen toreo en el ruedo

Sobre cielo de Las Ventas aparecen nubes para acompañar a la decimosexta de San Isidro. Tarde nublada con una moderada amenaza de lluvia, y con la esperanza de los aficionados de que los toros del Pilar y la presencia de Diego Urdiales, Pablo Aguado y Francisco de Manuel desaten una auténtica tormenta de buen toreo. En la casta brava de los astados salmantinos y en las bondades que atesoran los tres matadores está el futuro de la tarde.

El riojano Diego Urdiales, un torero muy del gusto de la afición madrileña, debuta en la Feria, mientras que Pablo Aguado y Francisco de Manuel cumplen hoy su segundo compromiso, una vez que no encontraron el éxito en cada una de sus primeras tardes.

No hay toros negros para esta tarde en Las Ventas.

La corrida del Pilar anunciada para esta tarde en Las Ventas, la número dieciséis del abono isidril, no cuenta con ningún toro negro. Cuatro castaños y dos colorados ojo de perdiz componen el lote enviado por la ganadería salmantina. Tampoco los sobreros traen toros negros, pues son dos castaños, el primero de la divisa titular y el segundo de la del Conde de Mayalde.

El orden de lidia es el siguiente:

Abre plaza Dulcero, de cinco años, castaño, con 600 kilos, para el riojano Diego Urdiales.

Guajiro es el segundo, un castaño con los cinco años cumplidos este mes de mayo y 547 kilos, para Pablo Aguado.

El tercero es Sonajerillo con 515 kilos, castaño también y con los cinco años recién cumplidos, para Francisco de Manuel.

El cuarto es otro Guajiro, con cinco años para seis, un castaño de 544 kilos, que le corresponde a Urdiales.

Niñito, que saltará en quinto lugar, es un colorado ojo de perdiz de 605 kilos con cinco años, segundo del lote de Pablo Aguado.

Cierra la tarde otro colorado ojo de perdiz, Meloso, de 630 kilos, a punto de cumplir cinco años, para Francisco de Manuel.